Vitoria. Si el modelo de Gauekoak se desarticuló en barrena desde su primer y letal recorte, por el mismo camino parece ir su mapa de cursos para la ciudadanía ofertado desde hace años por esa seña de identidad social que dibuja la red de centros cívicos. "Si no hay cambio en la política de precios, el modelo se cae", aseguró ayer el concejal de Servicios a la Ciudadanía, Alfredo Iturricha.
Lo hizo después de que el concejal del PNV Iñaki Prusilla le exigiera recuperar "el único curso que se hacía solo en euskera", Bertsoaren saltsan, a lo que Iturricha respondió que ya le había ofrecido debatir cuáles eran las actividades "prioritarias" y cuales las "complementarias". Prusilla criticó duramente que el PP retirara la posibilidad de debate presupuestario y pida que se apruebe una subida de gastos "que no subieron cuando había vacas gordas; ahora quieren extender la responsabilidad a los demás".
abrir los patios Tanto Prusilla como su homólogo de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, instaron a Iturricha a que se vuelvan a abrir en fin de semana los patio de la Ikastola Arantzabela -y otros en los que ocurre lo mismo-, tras decidir el Ayuntamiento cerrar la valla el pasado mes de abril. Iturricha aseguró que no piensa gastar en personal "más de 30.000 euros al año para abrir y cerrar puertas", y propuso que se imitará el modelo de El Pilar, en el que la asociación de vecinos realiza dicha labor.