Vitoria. Inspeccionar y prevenir antes que lamentar. El Instituto Vasco de Consumo, Kontsumobide, ha intensificado la vigilancia sobre los productos que llegan a Álava desde otros países mediante un control previo a su puesta a la venta al público cada vez más exhaustivo. El pasado año 2011 marcó una cifra récord en esta materia: Un total de 256.000 unidades importadas a Euskadi fueron controladas por este organismo y aproximadamente el 10%, más de 25.000, rechazadas. O, lo que es lo mismo, destruidas o impedida su entrada a los circuitos comerciales locales. La "inmensa mayoría" de estos artículos puestos fuera de la circulación eran juguetes. Y el 85% del total, según informaron ayer fuentes de Kontsumobide, procedían del mercado asiático, principalmente de China, un país cuyos artículos ya han sido situados en el punto de mira en múltiples ocasiones anteriores.
Kontsumobide pone también ahora el foco en el gigante asiático, aunque no son precisamente juguetes los artículos que se inmovilizan y controlan con más asiduidad en sus oficinas, sino los productos textiles, los calzados y los complementos. También, eso sí, los que más regresan de nuevo al mercado una vez subsanadas sus deficiencias. No en vano, del total de acciones de control llevadas a cabo en la CAV por Kontsumobide durante el pasado 2011, el 77% correspondió a estas tres categorías de artículos, entre los que destacaron las camisetas, los guantes, las fajas y las zapatillas, entre otros. Muy por detrás quedaron los juegos y los juguetes, con un 11%, pese a que en números absolutos fueron los productos que finalmente menos superaron la criba. Otro 11% correspondió a los muebles y el 1% restante, a material eléctrico.
Kontsumobide, máximo órgano de la Administración vasca en materia de protección de derechos a las personas consumidoras, realiza estas actuaciones a través de su Unidad de Inspección y Control de Mercado. Ayer, el organismo advirtió de que estos datos han sido resultado de "un considerable refuerzo de la vigilancia y control de los productos de importación".
De entre los juguetes rechazados por Kontsumobide, destacaron por encima de todos las peonzas, seguidas de los peluches de pequeño tamaño, las armónicas y las flautas. El resto de los artículos controlados, más del 90% de las 256.000 unidades inmovilizadas, fue retirado hasta corregir las deficiencias advertida y comunicado a la denominada red de alerta.
En la oficina de Álava -hay una en cada territorio de la CAV- destacó el año pasado el control que los técnicos realizaron de 70.000 guantes importados desde el mercado asiático, destinados para la venta en toda la comunidad. En esta ocasión, sí lograron el aprobado.
Etiquetado y seguridad Uno de los objetivos fundamentales de Kontsumobide pasa por comprobar que los productos y servicios puestos a disposición de las personas consumidoras cumplen todos los requisitos de etiquetado, información y seguridad que exige la legislación vigente. El instituto también se encarga de localizar, inmovilizar y, cuando es necesario, retirar los productos que puedan suponer un riesgo para la salud o la seguridad.
Según informó Kontsumobide, esta labor preventiva se completó en 2011 con otras acciones como las inspecciones a raíz de reclamaciones, otras campañas concretas de inspección o redes de alerta, fruto de las cuales se retiraron del mercado por razones de seguridad otras 20.173 unidades de 80 tipos de productos diferentes en el conjunto de la CAV.
Todas estas actuaciones se han llevado a cabo en el marco de colaboración establecido tanto con el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (SOIVRE) como con el Instituto Nacional de Consumo, que posibilita, de un lado, un intercambio ágil de información en torno a determinados tipos de productos que puedan comportar un riesgo grave para la seguridad de las personas consumidoras y usuarias y, por otra parte, una coordinación más eficaz de las actuaciones.