Roma. Francesco Schettino, el capitán del Costa Concordia hundido en aguas de Italia el pasado viernes, declaró ayer en su defensa alegando que no abandonó el barco, sino que se cayó a un bote salvavidas. Además, un miembro húngaro de la tripulación del barco fue ayer la última víctima en ser identificada de los once muertos confirmados hasta el momento por el naufragio del crucero.

"No es verdad que abandonara la nave. Es que me caí accidentalmente sobre el techo de una de las barcas de salvamento. Luego no pude volver a subir al barco porque la barca quedó colgada, suspendida. Después estuve sobre una roca de la isla Giglio coordinando las operaciones de desembarco".

Eso es lo que declaró ayer en su defensa el capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, y que recoge el diario El Mundo en su web, durante su comparecencia ante la jueza Valeria Montesarchio. "Ni siquiera llevaba el chaleco salvavidas, porque en ese momento mi vida no era importante, pensaba en la vida de los otros y había otras personas que lo necesitaban".

Sin embargo, las explicaciones de Schettino no convencieron para nada a la Fiscalía de Grosseto, que sigue imputando al capitán del Costa Concordia el vergonzoso delito de haber abandonado la nave cuando en la misma aún había pasajeros en peligro.

"La versión de Schettino ha cambiado mínimamente el cuadro acusatorio", sostuvo el fiscal de Grosseto, Francesco Verusio, quien por si fuera poco acusa además a Schettino de haber dejado abandonadas a su suerte a bordo del a 300 personas incapaces de valerse por sí mismas.

Última víctima identificada Un miembro húngaro de la tripulación del Costa Concordia fue la última víctima en ser identificada de los once muertos confirmados hasta el momento por el naufragio del crucero frente a las costas de la isla italiana de Giglio, mientras que una turista alemana que figuraba en la lista de desaparecidos se presentó ayer ante las autoridades de su país para confirmar que está viva.

Así las cosas, todavía hay 26 desaparecidos, entre los que figuran cuatro de los cinco cadáveres hallados el martes por los equipos de rescate en la parte del barco que quedó sumergida, uno de ellos una mujer. Se trata de seis italianos (uno de ellos una menor y otro un miembro de la tripulación), doce alemanes, cuatro franceses, dos estadounidenses, un indio y una peruana.

No obstante, las labores de rescate permanecieron suspendidas ayer desde la mañana, cuando el barco registró un pequeño deslizamiento de la posición en la que se encuentra varado frente a la isla. Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Monti, consideró que "cualquier tipo de desastre puede ser evitado, y resaltó la generosidad demostrada por la población local".