vitoria. Son jóvenes y también sobradamente preparados. Porque antes de embarcarse en un sector primario en declive estudiaron mucho las posibilidades, experimentaron con las variedades, valoraron las vías de mercado y optaron por apostar por el valor añadido. Así son los profesionales que cultivan o crían productos ecológicos.

Y eso requiere mucho más que una simple intención y un poco de terreno. Precisamente por ello, la mayoría de los profesionales de la agricultura y la ganadería ecológicas tienen preparación para hacer frente a las posibles adversidades que plantea este mundo. Atrás queda el tópico del profesional del campo sin estudios para dejar paso a un perfil bien diferente. Sobre todo, en el área verde. Y es que este subsector presenta una visión distinta de la del agro tradicional. Sus operadores son jóvenes y no superan los 45 años de media, por lo que el relevo generacional tampoco es una cuestión que deba preocupar a corto plazo porque la continuidad, por ventas y la edad de las nuevas incorporaciones, parece estar asegurado.

Además, a pesar de que el sector primario cuenta con un gran número de mujeres que se ocupan de muchas labores de las granjas, lo cierto es que la mayoría de las explotaciones tiene una titularidad masculina. Éste se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de los últimos años por parte de las instituciones para conceder a la fémina su peso y reconocimiento real en el mundo rural.

En el caso de la producción ecológica, sin embargo, esta desigualdad no existe, ya que este área está muy equilibrada en género. "Es un sector muy dinámico, preocupado por la salud planetaria y humana y orgulloso de poder percibir un sueldo digno por su trabajo, cercano al consumidor", apunta Xabier Lejarzegi Irazabal, coordinador de Eneek, Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi. Por ello, gracias a la nueva filosofía de conciencia medioambiental que parece estar calando en la sociedad se ha llegado ya a registrar este año una docena más de nuevos operadores que hacen que Álava sume ya más de un centenar de profesionales.

protección para el sector No hay que olvidar que tanto el agro tradicional como el ecológico en el territorio histórico cumplen con una gestión del entorno y de calidad alimentaria poco valorada generalmente en la sociedad pero muy necesaria. Son precisamente éstas, dos de las razones por las que desde Eneek se considera que se ha de valorar la labor del colectivo y establecer los cauces necesarios para que éste pueda continuar. "La crisis en el sector primario se puede considerar crónica y acaba afectando a todos los modelos productivos. La solución tiene que ser integral empezando por el modelo productivo y acabando en el mercado global de alimentos, necesitamos mecanismos para proteger y poner en valor nuestras producciones", reivindica Xabier Lejarzegi Irazabal, coordinador del Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi.