Si los bios

La peculiaridad de la aviación con respecto a otros medios de transporte es que requiere combustibles de alta capacidad energética. Los combustibles utilizados en la aviación tienen que tener una potencia que solo proporcionan determinados bioquerosenos. Además, y muy importante, un avión en ruta soporta temperaturas de 52 o 53 grados bajo cero, eso exige tener unos carburantes que aguanten esas temperaturas sin congelarse. Los querosenos actuales tienen las propiedades requeridas, pero con los biocarburantes de primera generación eso no se consigue, tienen un punto de frío que los invalida para su uso en aviación.

¿Por eso se habla de biocarburantes de segunda generación?

Los bios de primera generación son apropiados para el transporte terrestre pero no para el aéreo, que está abocado a utilizar querosenos de síntesis. Cuyo proceso de fabricación es hoy por hoy inabordable en términos de costes comparativos con el petróleo. De ahí mi afirmación de que aún faltan al menos diez años para que podamos hablar de utilización normalizada de biocarburantes en la aviación.

¿Cuál es la diferencia entre bios

De primera generación son los biocombustibles obtenidos a partir de un proceso de esterificación de aceites vegetales. Fundamentalmente hay tres materias primas con las que se hace el 98% del biocarburante actual: soja, palma y colza. Llamamos segunda generación al proceso en el que las materias primas, que por supuesto son renovables, tienen alguna característica que las sublima. Las algas, por ejemplo, que no compiten con ningún mercado de alimentación, al contrario de lo que se reprocha a la utilización de la soja como materia prima. También son importantes la camelina y la jatrofa, plantas que tienen la característica de no ser comestibles y tampoco compiten con ningún otro uso. La jatrofa y las algas son la esperanza más clara, aunque a largo plazo, de la producción de biocarburantes. Pero aún falta mucha investigación y mucha inversión.

¿La industria española de biocarburantes podrá abastecer al mercado aéreo en el futuro?

Los fabricantes de biocombustibles estamos padeciendo una situación anómala debido a la competencia desleal de algunos países. Fundamentalmente Argentina, pero también Indonesia, que bonifican con aranceles de salida al biodieselero de allí. Si un productor de aceite quiere exportarlo tiene un impuesto bastante mayor que si lo que exporta es ese mismo aceite transformado en biodiesel. Ese aceite castigado es nuestra materia prima, de forma que no podemos competir, porque nos encontramos que con el aceite comprado a esos países los precios de fabricación son superiores al del biodiesel que viene de allí. Eso es competencia desleal.

¿Qué efectos tiene en el sector?

Algunos fabricantes ya han incurrido en concurso y de las 40 plantas que hay estará funcionando como máximo un 15%. En estos momentos el sector es inviable.