MADRID. "Ya que por la madre no se ha podido hacer nada tienes que apostar por la vida de ese niño", ha manifestado a los periodistas la médico, 14 horas después de salvar la vida al recién nacido, que esta mañana permanece estable hemodinámicamente en el Hospital La Paz, aunque habrá que esperar varias horas para ver su estado neurológico.

Ceferina, que ha dicho que "seguro" que irá a ver al niño al hospital, practicó la cesárea entre los últimos bancos de la iglesia de Santa María del Pinar, en el distrito madrileño de Ciudad Líneal, el lugar donde cayó la mujer, de 36 años, tras recibir el disparo de un hombre que acababa de entrar armado.

Momentos antes había intentado reanimarla, como previamente había hecho un agente de la policía, pero no salía del cuadro, y tras comprobar con una ecografía que el bebé estaba "a término" y sin pulso, decidió "luchar" por su vida.

"Fue algo muy rápido, una cesárea de urgencia, coger el bisturí, abrir y sacar al niño cuanto antes", ha explicado hoy Ceferina, que ha resumido la intervención de anoche como una "situación muy límite. Tomas una decisión en cuestión de segundos -ha subrayado- pero es por salvar la vida de ese niño".

El niño nació también en parada cardiaca, por lo que no se descarta que pueda presentar secuelas neurológicas, pero en su caso sí pudo ser reanimado y trasladado en estado crítico a La Paz.

La médica del Samur ha contado que antes ya había practicado cesáreas en mujeres vivas pero ésta es la primera vez que lo hace con una ya fallecda.

Ha relatado también que la mujer estaba en la iglesia junto a su madre, que presenció todo y tuvo que ser atendida por la psicóloga del Samur, aunque supone que pese a la tragedia "estará feliz" de que su nieto sobreviva.

A la otra mujer herida por otro disparo del agresor -que después se suicidó ante el altar-, la atendió el Samur de un balazo en el tórax y la trasladó a La Paz, donde hoy está estable y no se teme por su vida, según ha indicado Cuesta.