MALAGA. Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena han detenido a un hombre que se tragó un diamante valorado en 12.000 euros para evitar ser descubierto en un control policial, ya que, horas antes, al parecer, había sido robado, junto con dinero y más efectos, a dos ciudadanas inglesas en un restaurante del municipio malagueño de Marbella. En total, los agentes han detenido a cuatro personas como presuntas responsables de un delito de hurto.
Los hechos se produjeron en un restaurante de la zona marbellí de Nueva Andalucía, cuando dos ciudadanas británicas llegaron al local y una de ellas dejó su bolso de mano en el suelo, colocado entre su silla y la mesa que ocupaban. Posteriormente, dos hombres bien vestidos entraron en el local, acomodándose uno en la barra del bar y el otro en una mesa detrás de ellas.
En un momento dado, las dos mujeres notaron que ambos habían abandonado el establecimiento y que su bolso había desaparecido, según ha informado la Policía Nacional a través de un comunicado.
Horas más tarde, en un control policial, los agentes dieron el alto a un vehículo ocupado por cuatro individuos, que contaban con antecedentes policiales por distintos delitos, la mayoría por hurtos y robos, según pudieron comprobar los policías tras identificarlos.
Además, en el interior del automóvil hallaron un bolso, así como varios objetos, entre ellos, cadenas de oro, pendientes, dinero en efectivo y un teléfono móvil, que estaban ocultos en distintos lugares del coche.
Tras las primeras pesquisas realizadas a raíz del hallazgo de los objetos, los agentes localizaron a una ciudadana inglesa que manifestó que le habían sustraído un bolso de mano en el que, entre otros efectos, llevaba 2.000 euros y 400 libras esterlinas, un teléfono móvil, además de un colgante con un diamante valorado en 12.000 euros y otros efectos de valor.
Todos los objetos fueron intervenidos en el interior del coche excepto el brillante que había sido arrancado del colgante al que estaba unido.
No obstante, durante la intervención los agentes observaron como uno de los sujetos se llevaba la mano a la boca, por lo que este gesto unido al hecho de haber localizado el colgante sin el brillante hicieron pensar a los policías que, posiblemente, uno de los arrestados se lo había tragado.
Así, con el fin de localizar la piedra preciosa, los arrestados fueron trasladados a un centro médico en donde se les realizaron radiografías, siendo localizado el diamante en el interior del abdomen de uno de ellos, quien reconoció habérselo tragado.