vitoria. El verano ya ha llegado. Es una época esperada, en la que no todo son buenas noticias. De hecho, es uno de los periodos de mayor índice de robo en domicilios. Los delincuentes no veranean. El principal objetivo de los cacos es hacerse con joyas, tarjetas de crédito, dinero, ordenadores e, incluso, pertenencias personales. Los amigos de lo ajeno se centran en casas que no tienen las puertas blindadas y son fáciles de abrir, sin persianas ni rejas, con balcones accesibles para ser escalados con facilidad.

La ausencia de dispositivos de seguridad y vivir en un chalet independiente son los reclamos que necesita cualquier ladrón avezado. Para los cacos, abrir cerrojos, romper ventanas y trepar balcones es como preguntarle a alguien los números del uno al diez.

Y mucho más si un robo no se previene antes con las medidas adecuadas o recomendadas.

Por ello es fundamental estar alerta y prevenir este tipo de hurtos con medidas sencillas que pasan, por ejemplo, por no divulgar en ningún momento la ausencia del domicilio por vacaciones o por callar el tiempo que se va a estar ausente. En ese sentido, según la Ertzaintza es fundamental, a parte de la instalación de una alarma, depositar todos aquellos objetos de gran valor en cajas de seguridad o cedérselos a alguien de confianza para que se haga cargo del cuidado de sus pertenencias.

La Policía autonómica advierte que las puertas deberán estar bien cerradas. Concretamente con doble vuelta de llave, al igual que las ventanas y balcones. Además, las persianas deberán mantenerse un mínimo subidas. En cuanto a la correspondencia, se debe evitar la acumulación de cartas, periódicos o propaganda en los buzones y encargar a alguien de su recogida si fuera preciso.