vitoria. Otra vez la construcción de un parque eólico amenaza un espacio natural ubicado en terreno alavés, como es el caso de Okondo. Se trata de la instalación proyectada en el monte Ganekogorta, en Bizkaia; una inversión de más de 12 millones de euros que afectará directamente a este municipio ubicado en la Cuadrilla de Ayala, y conocido por sus bellos paisajes.

De hecho, la plataforma Ekologistak Martxan ha pedido al Gobierno Vasco que paralice el proyecto de construcción de dicha central eólica mediante una declaración de impacto medioambiental negativa. Según destacó ayer este colectivo ecologista en un comunicado, este proyecto de Eólicas Euskadi "amenaza directamente la preservación y conservación de los valores ambientales" de la zona, que alberga tres hábitats diferentes, así como especies incluidas en el Catálogo Vasco Especies Amenazadas. Los ecologistas también solicitan al Ejecutivo que declare este área Espacio Natural Protegido.

La sociedad Eólicas de Euskadi prevé invertir 12 millones de euros en la construcción del parque eólico de Ganekogorta, que tendrá una potencia de 10,2 megavatios.

El Gobierno Vasco ha sometido a información pública el expediente de solicitud de autorización administrativa y la declaración de impacto ambiental de este proyecto, que se asentará sobre terrenos de los municipios vizcaínos de Güeñes, Alonsotegi, Arrigorriaga, Arrankudiaga, Bilbao y también de Okondo, en Álava, según comunicó el Ejecutivo vasco en marzo.

En total, el parque dispondrá de doce aerogeneradores de producción eléctrica, con unas dimensiones de 55 metros de altura y 52 metros de rotor cada uno. Cada aerogenerador contará con una potencia unitaria de 850 kilovatios para desarrollar una potencia global de 10,2 megavatios. En cuanto al resto de la instalación, el futuro parque eólico de Ganekogorta contará con un edificio principal de 200 metros cuadrados, que recogerá los circuitos de aerogeneradores y del que partirá la evacuación de energía. Asimismo, en este inmueble central se realizarán todas las tareas de operación y mantenimiento del parque, cuyas canalizaciones subterráneas superarán los tres kilómetros.