vitoria. Padres y madres con hijos escolarizados en centros educativos de la zona rural alavesa se han unido por primera vez en un colectivo para que se escuchen sus reivindicaciones. Conscientes de la importancia que tiene la escuela como motor que da vida a un pueblo, pretenden hacer llegar a Educación y también a los ayuntamientos, la delicada situación en la que se encuentran algunas de ellas, con el fin de que se corrijan las deficiencias antes de que el centro desaparezca.
Lo ocurrido con la escuela de Bernedo es un claro ejemplo de lo que pretenden evitar. Desde su cierre, hace ya años, la localidad alavesa no ha vuelto a ser la misma. "Desde que desapareció, el pueblo ya no tiene vida", recuerda Rafa Nuñez, portavoz de la plataforma que se acaba de crear en colaboración con Denon Eskola, y que han pasado a llamar Foro Escuela Rural de Álava. En su primera reunión, celebrada el pasado día 17, asistieron representantes de siete municipios -Agurain, Arraia-Maeztu, Dulantzi, Urkabustaiz, Asparrena, Campezo y Nanclares-, aunque se espera que poco a poco se vayan sumando las localidades que cuentan con su propia escuela.
Aunque cada centro presenta diferentes necesidades, han logrado detectar al menos cuatro en común, que son las que han puesto sobre la mesa y van a trasladar al Departamento de Educación. La principal, hace referencia a la inestabilidad del profesorado, un problema que arrastran desde años atrás y que "hace difícil impulsar proyectos educativos en los centros". "El grado de movilidad es tal que se han dado casos de alumnos que en un mismo curso han tenido hasta cinco profesores diferentes", recuerda Nuñez. Esto provoca que los estudiantes no tengan referencias de sus maestros, y viceversa: que muchos de ellos no sepan cómo se llaman sus alumnos.
En este sentido, el municipio de Maeztu quiere recuperar la antigua casa de maestros para atraer docentes a su escuela. La idea es facilitarles un piso a los profesores que tengan interés en continuar en este centro, ya que la distancia que tienen que recorrer cada día en sus coches hasta el lugar de trabajo suele ser el principal impedimento para que los interinos se queden.
El segundo pilar sobre el que descansan las reivindicaciones de las AMPAs de la escuela rural tiene que ver con el transporte escolar. En algunos colegios se ha extendido el servicio de custodia ante la falta de recursos suficientes para transportar a sus alumnos a casa. Es decir, los pequeños deben esperar en el centro hasta que acuden a recogerles, ya que el autobús debe hacer varios viajes. En Secundaria, por su parte, se multiplican los problemas ya que en Bachillerato y FP no tienen garantizado el servicio gratuito, por lo que a los estudiantes no les queda más remedio que buscarse la vida. "Es paradójico que mientras se contemplan ayudas para el transporte universitario, no lo hagan para este grupo de alumnos", recuerdan desde el foro.
Cuestión a parte es el estado en el que se encuentran las escuelas. Si bien reconocen que no es un problema general, la saturación a la que están expuestas a algunas de ellas ha elevado la preocupación en los pueblos. El caso más llamativo es el del colegio José Miguel de Barandiaran, en Nanclares de la Oca, que lleva ya seis años funcionando con prefabricados puesto que el centro es incapaz de absorber toda la demanda existente. Sin embargo, el problema se da en prácticamente todas las escuelas ubicadas en municipios próximos a la capital alavesa, como pueden ser Alegría, e incluso Agurain, que han experimentado un crecimiento de población motivado, en parte, por el elevado precio de la vivienda en Vitoria. Por último, el Foro Escuela Rural llama la atención sobre los problemas que suelen tener a la hora de encontrar monitores para las actividades extraescolares. .
Por todo ello, el foro va a solicitar al Departamento de Educación una reunión para hablar de todas las cuestiones. También quiere trasladar sus reivindicaciones a los sindicatos de la enseñanza, así como a los ayuntamientos y diputaciones, a quienes piden que se impliquen en la mejora.