DONOSTIA. En una rueda de prensa en Donostia, la directora de Tráfico del Gobierno vasco, Amparo López Antelo, acompañada del ingeniero de la DGT, Iñaki Eguiara, ha destacado que el objetivo principal de este radar es "bajar las cifras de siniestralidad" ya que, "el exceso de velocidad sigue siendo la principal causa de accidentes en la red viaria vasca".

Según ha indicado, este nuevo radar ya está funcionando pero no se comenzará a multar a aquellos turismos y motocicletas que sobrepasen los 100 km/h, hasta la primera semana de junio, "para que que los conductores vayan adaptando la conducción al límite de velocidad vigente".

Además, ha apuntado que este control será rotatorio, ya que el equipo se irá moviendo por todo Euskadi. Tras dos meses de prueba del radar del tramo entre Ordizia e Irura, se irán analizado otros 26 tramos, caracterizados por su "alta siniestralidad". Los más destacados se encuentran en la A-8 y en N-1.

El nuevo radar está instalado en sentido Donostia y el sistema funciona con dos cámaras dotadas de flash infrarrojo y visión artificial, lo que, según Eguiara, permite reconocer la matrícula, anotar la hora de entrada y salida en el tramo y finalmente, el sistema informático de la CGTE calculará la velocidad media del coche analizado.

De este modo, la directora de Tráfico del Gobierno vasco, ha explicado que el objetivo no es denunciar sino concienciar. Por ello, un kilómetro antes de entrar en el tramo, se encuentra un panel de aviso de zona de control de velocidad en tramo, varias señales fijas verticales de limitación de velocidad específica a 100 km/h y un panel de señalización variable luminoso.

Entre los criterios que se han analizado para escoger este tramo, el ingeniero de la DGT ha destacado el alto porcentaje de vehículos pesados y la gran siniestralidad en este tramo, ya que los accidentes más típicos son los de vehículos pesados, lo que lo convierte "en el sitio más idóneo para aplicar este medida".