vitoria. Hasta la fecha, la inmensa mayoría de los presuntos afectados por casos de adopciones ilegales en Vitoria situaban a la ya extinguida Clínica Arana como centro de su dolor. Hace escasas fechas, dos posibles víctimas mostraron sus sospechas de que la trama podría haberse ramificado, al menos en dos ocasiones, en Txagorritxu y San José. Ahora ha aparecido el primer indicio de un presunto caso acaecido en el Hospital Santiago. Sería el primero de los 41 expedientes abiertos en la capital alavesa hasta la fecha -uno por bebé robado y dado en adopción o vendido a terceros- por los responsables de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir).
Se trata de la primera sospecha que pone en el punto de mira a este centro médico de la capital alavesa, ya que, según destaca la delegada del País Vasco de este colectivo, Flor Díaz Carrasco, la mayoría de las dudas -37, en concreto- apuntan a la antigua Clínica Arana, la única maternidad pública del territorio, desde 1955 hasta 1977.
Para todas las personas que desconfíen de la muerte repentina de sus bebés poco después de dar a luz entre los años 60 y 70, pueden pedir ayuda psicológica en el teléfono gratuito 900 180 414. Por la ayuda moral que prestarán los profesionales en el Palacio de Justicia de Vitoria tampoco se cobrará nada, puesto que la iniciativa responde al apoyo al que se comprometió el Gobierno Vasco el pasado 9 de febrero, tras la reunión entre la consejera de Justicia, Idoia Mendia, con la representante de Anadir. "El objetivo de este servicio es acompañar a los familiares cuando vayan a declarar para evitar posibles casos de nerviosismo", agrega Díaz Carrasco, quien detalla que muchos de ellos se sienten culpables por querer investigar si el presunto tráfico de recién nacidos pudo ocurrir. "Tienen que saber que les van a asesorar en calidad de víctimas, que no se sientan responsables en ningún momento de querer aclarar lo que sucedió en este tiempo".
Díaz Carrasco insiste en la necesidad de que los que desconfíen de estas supuestas desapariciones realicen una denuncia conjunta que se añada a las 261 que se interpusieron en la Fiscalía General del Estado el pasado 27 de enero. Los beneficios de llevar la queja a Madrid son dobles, para la delegada de Anadir. El primero es el que lograría comparar si el equipo médico que intervenía en los partos era el mismo. El otro es evitar que se repita lo que ha pasado en el caso de Noemí Soria, la única que hasta el momento llevó su caso hasta la Fiscalía de Álava y que actualmente se está analizando. "En Madrid no tienen constancia de la denuncia de Soria, porque sólo está registrada en Vitoria", aclara.