PAMPLONA. Dadas las restricciones de la ley, que prohíbe fumar dentro de bares, cafeterías, restaurantes, discotecas, bingos o casinos, entre otros lugares de uso público, no son pocos los establecimientos hosteleros que han decidido ampliar su local hacia la calle.
Y así han instalado en el exterior calefactores de suelo o colocados en las fachadas para que sus clientes puedan fumar al aire libre sin soportar el frío invernal mientras toman una consumición, lo que también ha hecho que proliferen pequeñas mesas o a modo de éstas antiguas cubas de vino en las que dejar los vasos, los platos y los ceniceros.
Otros, que por distintos motivos dudan sobre si hacer uso o no de estos dispositivos de calor, de momento han sorteado los inconvenientes que para los fumadores representa la ley con unas tradicionales mantas que prestan a los clientes para que se puedan abrigar.
Así transcurren las primeras horas de esta nueva ley contra el tabaco, aunque posiblemente sea esta tarde cuando surjan los primeros problemas en aquellos bares a los que tradicionalmente se acude para ver a Osasuna por televisión o jugar a las cartas, aficiones que suelen ir acompañadas de un cigarrillo si no de un puro, y más tarde llegarán las que se planteen en lugares de copas nocturnas o discotecas.
Un cambio en los hábitos que el sector de hostelería dice que le costará un 10% de sus ingresos, con la consiguiente reducción de plantillas, al tiempo que alerta de las molestias que se pueden ocasionar a los vecinos por un mayor ruido en las calles.
Además se muestran también preocupados por el papel que les corresponde, ya que ellos son los responsables de que en el interior de sus establecimintos nadie fume salvo que se arriesguen a pagar una multa, que en caso de llegar a ser tipificada como infracción muy grave puede llegar a los 600.000 euros.
Un riesgo que por el momento en Navarra no parece probable ya que, según ha asegurado a los periodistas la consejera de Salud, María Kutz, el responsable de que no se fume en un bar es su dueño y éste tiene el derecho de admisión, pero la política del Gobierno foral será primero informar, después apercibir y solo en último término abrir un expediente y sancionar.
La misma línea que se ha seguido hasta ahora y que ha supuesto en los últimos cinco años que en la Comunidad Foral se hayan incoado 53 expedientes sancionadores por incumplimientos a la ley del tabaco.