BERLÍN. El tren con 123 toneladas de residuos nucleares que ha atravesado Alemania este fin de semana acompañado por sonadas protestas de los ecologistas llegó hoy a la estación terminal de Dannenberg, en el norte del país, informó la policía.

Los once contenedores Castor con 123 toneladas de residuos nucleares deberán ahora ser transbordados a camiones especiales pesados para efectuar por carretera los últimos 20 kilómetros de viaje hasta el depósito de basura atómica de Gorleben.

Cerca de 3.000 manifestantes pacíficos consiguieron la pasada noche detener el convoy al hacer una sentada sobre la vía y obligar a la policía a retirarlos uno por uno en volandas, con casos aislados de resistencia a la autoridad.

Las autoridades calculan que la operación de transbordo de los contenedores durará entre 12 y 15 horas, por lo que se retrasará unas 24 horas su llegada a Gorleben, y hasta el último momento no se elegirá una de las dos rutas alternativas que hay por carretera.

Mientras tanto, más de un millar de manifestantes bloquean pacíficamente el acceso al depósito de Gorleben y piensan aguantar en ese lugar hasta que sean previsiblemente desalojados cuando la llegada del convoy sea inminente.

20.000 AGENTES DESPLEGADOS

Portavoces de los manifestantes concentrados a las puertas del polémico almacén de residuos subrayaron que la convivencia entre los activistas y los agentes que les vigilan es hasta ahora buena y cordial.

Un portavoz del sindicato alemán de policía señaló por su parte que una gran parte de los 20.000 agentes desplegados se encuentran agotados tras mas de 24 horas ininterrumpidas en acción, ante las dificultades para ejecutar los relevos e incluso para suministrarles alimentos y agua.

La inminente llegada a Gorleben del convoy ha desatado este fin de semana los bloqueos de las vías y los enfrentamientos violentos entre policías y activistas antinucleares, choques que han dejado varias personas heridas.

Los organizadores estimaron que este fin de semana han congregado en Dannenberg, la localidad más próxima a Gorleben, a unos 50.000 manifestantes, entre los que destacaron cantantes, actores y líderes políticos de la oposición alemana.

El controvertido tren abandonó el viernes la planta de reprocesamiento de La Hague (norte de Francia) con residuos radiactivos tratados procedentes originariamente de Alemania.

Las protestas contra este tipo de energía en Alemania se han recrudecido tras la reciente decisión del gobierno de la canciller Angela Merkel, de prolongar la vida de las centrales nucleares del país.