Vitoria. El valle salado de Añana y su sal están presenten en las V Jornadas Culturales como referente del patrimonio alimentario y gastronómico organizados por Slow Food. Los primeros en disfrutar de las instalaciones de esta localidad alavesa fueron los mismos catedráticos participantes en los coloquios. Mikel Landa, director de la Fundación Valle Salado, les ofreció una visita guiada a todos ellos durante la mañana de ayer.

Ya a la tarde, a las 20.00 horas, los ponentes se trasladaron a la Escuela Diocesana de Hostelería de Mendizorroza para charlar sobre El banquete en la Baja Edad Media. El triunfo de la cortesía, a cargo de Antoni Riera, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Barcelona. A continuación, se degustó escabeche y pollo de Agraz, aderezados, eso sí, con la sal de Añana.