málaga. El tribunal que juzga el caso Malaya contra la corrupción pidió ayer respeto al primer instructor del procedimiento, Miguel Ángel Torres, que ha sido en las dos primeras jornadas del juicio la diana de las críticas de los abogados, quienes cuestionaron el interés del juez en esta causa.
Al reanudarse el juicio, sobre las 10.15 horas, el presidente de la Sala, José Godino, consideró "contrarias a las normas de cortesía y respeto que deben regir siempre en todos los actos procesales" las "alusiones" al juez instructor y al fiscal.
La llamada de atención de Godino se produce tras las críticas que hizo el lunes el abogado Francisco Soriano, que a su vez es acusado y representa al procesado Manuel Sánchez Zubizarreta.
Soriano calificó de "inquisidor" al juez Torres, que dirigió la investigación desde el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, y actualmente es titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Granada.
Explicó que toleró dichas acusaciones por el "absoluto respeto al derecho de defensa" como pilar básico del Estado de Derecho, así como a todos los letrados presentes, cuya actuación "sigue siendo realmente impecable y ejemplar".
El presidente de la Sala añadió que se permitió esta actitud porque el abogado interviniente también es procesado y es "humanamente comprensible que pudiera hablar desde el apasionamiento".
Por ello, el tribunal "olvida la cuestión", señaló Godino, quien pidió a los letrados que centren sus críticas en "cuestiones y matices estrictamente jurídicos" y eviten "cualquier tipo de descalificación personal que a nada conduce". Pese a la petición del tribunal, las críticas de las defensas de los procesados al primer instructor del caso continuaron ayer, sobre todo durante la intervención de los letrados de los presuntos testaferros del presunto cerebro de la trama de corrupción, Juan Antonio Roca.
Así, el letrado José Antonio Choclán, ex magistrado de la Audiencia Nacional y ponente de una de las sentencias que condenó al ex banquero Mario Conde, manifestó que Torres "no se comportó de modo imparcial" y que mostró un "interés personal" en la causa y consideró que era "el único juez que garantizaba el éxito de la investigación".
En la misma línea que Francisco Soriano, Choclán afirmó que la instrucción siguió un "modelo inquisitivo" y que el juez y el fiscal no velaron por los derechos fundamentales de los acusados.
Según este letrado, que reclamó la nulidad total del caso por haberse vulnerado las normas de reparto, el juez Torres ordenó "detenciones masivas".