donostia. La consejería de Sanidad del Gobierno Vasco ha apostado por actualizar conocimientos sobre sexualidad en los centros escolares de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El cambio que promueve es ambicioso. La filosofía que sobrevuela pasa por la integración de la educación sexual en el proyecto curricular "con un grado de exigencia".
Lo cierto es que esta materia se imparte hoy en día poco menos que al libre albedrío de cada docente. Si un profesor quiere utilizar algún estudio de referencia elaborado al respecto en Euskadi, se ve obligado a remontarse al programa elaborado para tal fin hace nada menos que una década.
La nueva Ley del Aborto -que entró en vigor en julio contempla que las jóvenes de 16 y 17 años puedan tomar parte activa en la decisión de frenar su gestación- ha acabado por convencer al Gobierno Vasco para que se imparta en las aulas una educación afectivo-sexual. Un giro educativo que, de paso, sirva de prevención a los embarazos no deseados.
fase de investigación El nuevo programa ha salido a concurso. A él se han presentado cuatro empresas y, según ha podido saber este periódico, el proyecto finalmente ha sido adjudicado a la UPV, en concreto, a la Facultad de Psicología, bajo la dirección del profesor Javier Gómez Zapiain. El nuevo contrato se firmará, probablemente, la semana que viene.
A grandes rasgos, las novedades que incluye el programa se dividen en cuatro grandes bloques, aunque previamente a todo ello se va a acometer una fase de investigación que arrancará en breve para determinar cuál es el punto de partida. "Necesitamos saber el perfil del comportamiento sexual de los adolescentes hoy en día, porque no hay ningún estudio solvente. El anterior se hizo hace demasiado tiempo", asegura Zapiain.
De hecho, hay profesores de la ESO que llevan una década diciendo que la edad media del primer coito es a los 17 años y medio. Una actualización de datos que llevó a cabo este docente revelaba que las chicas habían avanzado mucho en iniciativa y experiencia sexual, tanto, que se colocaban por delante de los chicos al final de la adolescencia.
El nuevo estudio, que nace con "mucha ambición", también incluirá un rastreo de los centros escolares para conocer de primera mano si le conceden a esta cuestión la importancia que merece y están haciendo los deberes al impartir educación afectivo-sexual.
El programa incluirá una guía para docentes y diversas actividades para los alumnos, todo ello orientado a que desarrollen habilidades y competencias, más allá de los conocimientos académicos. El investigador defiende un sistema educativo que garantice unos mínimos "que sean evaluables", algo que hasta ahora nunca se ha aplicado en los centros escolares.
Prácticamente la mitad del presupuesto irá destinado a la adquisición de material y soporte conforme a las nuevas tecnologías. El material elaborado hace más de una década se basaba en soporte papel.
Si algo quiere dejar claro el profesor es que el éxito a la hora de abordar la educación sexual dependerá de la normalización, "se conseguirá cuando se deje de hablar precisamente en clave de programa".