Vitoria. Destruir un paraje natural o contravenir la legislación vigente son sólo algunas de las irregularidades que la Plataforma vasca contra la construcción de macrocárceles achaca a la edificación de los penales de Zaballa y Zubieta. Unos motivos que esgrimió ayer una de las entidades adheridas a la misma, el movimiento de apoyo a presos y ex reclusos Salhaketa, para instar a todos los sindicatos a adherirse a la petición de paralización de las obras iniciadas en las cárceles de Iruña Oka y de Donostia. Para lograr ese objetivo, la citada organización anunció el envío de una misiva a todas las centrales con el fin de emplazarles a una reunión inminente.

Esta carta dedicará sus primeras líneas a dar las gracias a los síndicatos que la semana pasada denunciaron las malas condiciones de trabajo en la construcción del penal alavés. En este sentido, todas las centrales, excepto ELA, exigieron cumplir el Convenio de la Construcción de Álava, el calendario y la jornada laboral.

Además de las condiciones labores, los portavoces sindicales alertaron de que, lejos de generar empleo en la zona, se subcontrata personal ajeno al territorio. "La propia directora general de Prisiones manifestó que su construcción supondría la creación de puestos de trabajo en el municipio y en la provincia", recordó César Manzanos, representante de Salhaketa. Este colectivo también confía en trasladar las protestas por las macrocárceles al Parlamento Vasco, ya que "la propia Cámara pidió la desaparición de estos centros en dos proposiciones no de ley, tanto para Zaballa como para Zubieta".

El centro donostiarra tampoco fue ajeno a las críticas de Salhaketa, que centró sus censuras en el presupuesto destinado al penal. "Es mayor la partida destinada para el movimiento de tierras, con 14,3 millones que costó su licitación, frente a los 137.000 euros para su ejecución", detalló la abogada penalista y coordinadora de Salhaketa, Marta Aldanondo.

La desaprobación del penal de Zubieta también se extiende a su ubicación, en un paraje natural. La nueva cárcel contará con 28,8 hectáreas de superficie, frente a las dos de Martutene. Tendrá un desnivel de 80 metros, desde el acceso de la N-I, y una distancia de 100 metros entre "la incineradora de residuos y de personas, sin olvidar que también habrá un polígono industrial enorme".