vitoria. El tráfico de estupefacientes no se detiene en verano. Antes al contrario, las vacaciones animan a narcos y camellos a mantener y relanzar su negocio en fechas propicias para la celebración y el tiempo de ocio. En ese contexto se enmarca el último éxito policial en la lucha contra la proliferación y venta de sustancias prohibidas, que ha dado como resultado una detención y el decomiso de diversas cantidades de speed y hachís, que podrían haber proporcionado al vendedor una importancia ganancia.

El arresto del implicado obedeció exclusivamente a las pistas dejadas por el presunto delincuente que, en estado de embriaguez y al volante de un vehículo, hizo notar su presencia hasta el punto de disparar las sospechas de varios vecinos, que avisaron a la Guardia Urbana al temer un accidente de tráfico. Un posterior registro del turismo por parte de los agentes sirvió para imputar al sospechoso, que deberá responder de sus actos ante la Justicia por la presunta comisión de un delito contra la seguridad en el tráfico y otro por tráfico de estupefacientes.

Los hechos que llevaron a la detención del citado, un varón de 39 años de edad, tuvieron lugar en el filo de la medianoche del pasado sábado en la calle Micaela Portilla de la capital. Entonces, una llamada en la central de la Policía Municipal en Aguirrelanda alertaba de la presencia de un coche que, al parecer, circulaba de forma anómala.

Aviso vecinal Tras recibir el aviso, una patrulla se desplazó hasta el lugar de los hechos, detuvo el vehículo en cuestión y comprobó el estado del finalmente arrestado, presumiblemente afectado por el consumo de uno o varios estupefacientes. Tras analizar las evidencias, los policías encargados de atender el aviso decidieron proseguir con las investigaciones. En el registro posterior, los municipales encontraron un pequeño trozo de hachís y varios envoltorios de una sustancia, presumiblemente speed. El total de lo incautado suma un peso de 23 gramos.