pamplona. La embajadora de Haití en España, Yollete Azor-Charles, aseguró ayer en Pamplona que muchas de las víctimas mortales del terremoto que arrasó Puerto Príncipe se debieron a negligencias o irresponsabilidades a la hora de edificar. "Era una ciudad demasiado poblada en la que muchos construyeron sus casas sin hacer caso a ningún tipo de normativa", describió.
Azor-Charles, que viajó ayer hasta la capital de la Comunidad Foral para reunirse con las ocho ONG navarras que cuentan con planes de cooperación en Haití, anunció además que la reconstrucción del país caribeño puede costar "unos veinticinco años, a pesar de que en sólo treinta y cuatro segundos quedó todo destruido", especialmente el centro de la capital.
El seísmo ha dejado un balance de más del 90% de los edificios del Estado arrasados y a más de un millón de personas en la calle al quedar destruidas sus viviendas. La tarea más inmediata para su reparación es la de hacer frente a los escombros, "hay muchas empresas que han ofrecido su maquinaria, ahora tenemos que buscar cómo desplazarla allí".
La embajadora anunció que el comité encargado de llevar a cabo la tarea de reconstrucción del país se reunirá a finales del mes de marzo para definir cuál va a ser la estrategia a seguir. Hasta el momento, todavía no hay ninguna decisión tomada y siguen buscando ideas, modelos y proyectos de edificación para escoger el que más se ajuste a las necesidades del país. De hecho, en las últimas semanas han llegado hasta la Embajada empresas dispuestas a desplazarse hasta Haití para encargarse de su reconstrucción. "No vamos a correr pero hay que ir pensando, va a ser un acto complicado y difícil que nos va a llevar su tiempo y que debe de ser reflexionado", señaló Azor-Charles.
No obstante, abogó por construir "nuevas ciudades sostenibles", que no estén tan masificadas como lo estaba Puerto Príncipe antes de la catástrofe y donde se garantice el suministro de agua y gas y la recogida de basuras. Además, apostó por la utilización de la energía solar ya que se trata de un país con más de trescientos días de sol al año.
una nueva réplica Durante la madrugada de ayer se registró un nuevo temblor en Puerto Príncipe con una intensidad de 4,8 grados en la escala de Richter y con epicentro en las proximidades de la capital haitiana. Aunque al igual que la mayoría de las 126 réplicas anteriores, no causó ninguna víctima mortal, la embajadora de Haití aseguró que cada vez que se produce un temblor "vuelve el miedo y la angustia" a la población. "La gente no quiere ir a casas por temor -afirmó-, prefieren pasar la noche dentro de un coche a permanecer en el interior de viviendas en buen estado".
Este hecho complica todavía más las labores de reconstrucción, por eso la importancia de escoger un buen modelo de vivienda. "La gente se va a oponer a las casas que tengan más de tres pisos, pero tenemos que demostrarles que han quedado muchas que han resistido al terremoto", añadió.
Mientras se apuesta por un proyecto de edificación, Azor -Charles priorizó las tiendas de campaña y las casas prefabricadas que eviten las violaciones a mujeres y niñas que ya se están produciendo en el país. Además, señaló la problemática que está suponiendo la emigración de muchos supervivientes de Puerto Príncipe a las ciudades del norte, donde se están produciendo disturbios.
apoyo psicológico La embajadora reconoció que durante las últimas semanas ha seguido llegando a Haití ayuda en forma de medicinas y personal sanitario. Sin embargo, afirmó que "hay demasiada gente herida" como consecuencia del terremoto y que la mayoría de los hospitalizados son heridos o víctimas, de una u otra forma, del seísmo.
Por otra parte, Azor-Charles hizo hincapié en el apoyo psicológico que necesitan los supervivientes de la catástrofe. "Ojalá el mundo no se olvide de Haití", le comentó un niño al ver que ya no estaba tan presente en las televisiones. Por eso, con el objetivo de que los haitianos sean conscientes de la trascendencia que ha tenido la noticia y de toda la gente que ha estado pendiente de ellos, Azor-Charles va a impulsar una exposición fotográfica en el país caribeño con imágenes de periodistas para que sus habitantes "vean que no se han olvidado de ellos".