Vitoria. El número de familias que atendieron los servicios sociales del Ayuntamiento de la capital alavesa se disparó desde 2008. En concreto, 16.697 proles necesitaron la ayuda municipal, lo que supone que dos de cada diez llamaron a la puerta de los servicios sociales. Un notable incremento de un 48%, frente a las 11.267 de 2005, según los últimos datos del Departamento de Intervención Social del Consistorio vitoriano.

Las dificultades económicas por las que atraviesan numerosas familias derivó en que éste fuera el principal motivo -en 9.548 hogares- que impulsó a solicitar las prestaciones económicas, el programa más demandado. Pero si algún dato destaca por encima de todos es el de la composición de los miembros de cada familia, ya que 10.351 se trataba de hogares formados por una sola persona. El perfil del usuario que se acerca a los servicios sociales municipales responde al de una mujer de entre 15 y 64 años de edad, residente en el municipio y de nacionalidad española. Éste fue el caso de 4.922 personas que percibieron las ayudas económicas a título individual, ya que no conviven con más miembros.

Emergencia social Del programa de protección económica destacaron las solicitudes de emergencia social, que pidieron las familias de bajos recursos para afrontar situaciones extremas. Se les otorgó una cuantía media mensual de 135 euros para hacer frente a gastos ordinarios y extraordinarios. Los hogares con dificultades económicas también se acercaron a pedir las percepciones de Renta Básica, de las que pudieron obtener 326 euros mensuales, mientras que por las ayudas municipales, consiguieron una media de 111 euros mensuales.

Las personas mayores son el siguiente colectivo más vulnerable de la sociedad. 4.464 personas se beneficiaron de las ayudas a domicilio que ofrece la Diputación a las personas de los pueblos de Álava y a las dependientes de Vitoria, que en total suponen 945 beneficiarios más con respecto al ejercicio anterior. En este apartado también se incluye la asistencia que ofrece el Ayuntamiento a las personas autónomas del municipio con dificultades para la realización de actividades cotidianas.

Respecto a las plazas de atención diurna, el servicio de ayuda a domicilio es el que encabeza la lista, con 195 más beneficiarias. No obstante, llama la atención la progresión del servicio de telealarma, que con sus 2.218 ayudas se incrementó en 661 personas. Durante el día también se llevaron a cabo otras atenciones, como la comida a domicilio o la intervención socioeducativa, aunque en menor medida, ya que cada actividad representó 259 y 425 ayudas, respectivamente.

Los servicios sociales también se destinaron a personas de 60 y más años con limitaciones para las actividades cotidianas y sin apoyo sociofamiliar debido a déficits de autonomía personal o algún tipo de demencia. De esta forma, el servicio de atención diurna atendió a 147 personas, cuatro más de las previstas, ya que el número de plazas municipales es de 143. Esta situación se repitió en el centro de día San Prudencio que albergó a 48 mayores, cuando las plazas de las que dispone el Consistorio son 40.

La atención social permanente se dio o bien en los apartamentos tutelados, en los que vivieron 230 mayores o en los geriátricos. Éste último fue el caso de los 337 atendidos en todas las residencias, incluida San Prudencio. La mayoría de las familias -1.752- recurrió a los servios del centro cívico El Campillo. Sin embargo, las oficinas de El Pilar y de Lakua concentran, con un 28% el mayor porcentaje de quienes pisan por primera vez los servicios sociales.

Según el Departamento de Intervención Social, 6.268 personas fueron valoradas en situación de dependencia. La mayoría de las prestaciones -2.478- se centraron en su grado más grave. Se trataba de aquellas personas que por su total pérdida de autonomía física o mental necesitan la presencia indispensable y continua de otra persona.

Los casos calificados como "severos", que requieren ayuda dos o tres veces al día pero sin la presencia permanente del cuidador, representaron a 1.949 personas.