Vitoria. Los centros de la red concertada alavesa están dispuestos a abrir el debate sobre el futuro de los libros de texto. El Parlamento Vasco acaba de aprobar una propuesta instando a Educación a que amplíe el programa de préstamo también a los colegios e institutos de titularidad privada, y la decisión ha sido recibida con cierta cautela por sus máximos responsables.

Su primera reacción ha sido positiva, principalmente por el ahorro que supondrá en la economía familiar la aplicación de este modelo, aunque no todos confían en que se pueda llevar a la práctica con cierto éxito. "Entre los profesores hay opiniones de diversa índole", asegura el equipo directivo del colegio Calasanz de Vitoria.

Entre los más reacios al préstamo están quienes piensan que los manuales escolares, según su diseño actual, no están preparados para ser reutilizados. Los estudiantes todavía siguen subrayando los textos y completando los ejercicios dentro del mismo libro, por lo que una vez concluye el curso escolar, están ya deteriorados. "Actualmente tienen muchas limitaciones, por lo que las editoriales deberían plantearse otro tipo de manuales", asegura Daniel Fernández, director del colegio San Viator.

En Calasancio, un centro de Sansomendi, el problema que plantean es bien distinto. "Nos parece una iniciativa de diez, pero en un colegio como el nuestro, donde los estudiantes no están muy motivados, ¿cómo hacemos para que no los pierdan o los dejen en casa"?, se pregunta Concepción Pascual.

Para garantizar que los manuales pasan de unas manos a otras en buen estado, las familias tienen que abonar actualmente un canon de 25 euros en concepto de buen uso. Sin embargo, el Parlamento Vasco ha dado también un plazo al área de Educación para que desaparezca dicho pago y se pueda caminar por fin hacia la gratuidad total.

Pero, ¿cómo hacerlo? El debate, según los centros consultados, debería ir por otro camino. En plena implantación del programa Eskola 2.0., a través del cual se repartirán casi 3.000 ordenadores portátiles entre los alumnos de Primaria, consideran que el uso de los libros de texto se debería limitar y apostar por otro tipo de herramientas, basadas en las nuevas tecnologías. La puesta en marcha de las aulas digitales parece estar a la vuelta de la esquina, por lo que la discusión sobre la utilidad del sistema del préstamo de libros de texto quizá podría haber quedado ya obsoleta. "Está claro que estamos caminando hacia la informatización; igual es un debate baldío", insisten desde Calasanz.

Sin embargo, a la espera de que se generalicen los libros digitales y otro tipo de material didáctico de nueva generación, no cabe duda de los beneficios que puede traer la reutilización de los manuales, especialmente para el bolsillo familiar, en un momento de crisis económica como el actual. Los centros destacan especialmente el valor pedagógico que puede tener de cara a sus alumnos este tipo de iniciativas.

La intención del Gobierno Vasco es acelerar una orden que dio el anterior consejero de Educación, Tontxu Campos, para que el modelo de préstamo se extienda también a todos los centros de la red concertada. La Cámara vasca, de hecho, ha destinado para el año que viene una partida de 250.000 euros con el fin de ampliar este programa, que deberá llegar también a las aulas de ESO.

Actualmente tan sólo los alumnos de Primaria de la red pública participan en la reutilización de los manuales. El Ejecutivo vasco anterior planteaba la implantación definitiva del sistema de préstamo para el curso 2012-2013. Calcularon que para entonces los casi 100.000 alumnos de Primaria y los 70.000 de Secundaria iban a estar inmersos en él. Además, según los planes de la Consejería que dirigía EA, la apertura del programa a la red concertada comenzaría en el curso 2010-2011. El Parlamento aprobó el pasado miércoles una iniciativa para tratar de respetar los plazos marcados e incluso, si es posible, acelerarlos, ya que según señaló el portavoz del PP en materia de Educación, Iñaki Oyarzabal, "los centros privados no pueden seguir siendo discriminados, privándoles de este sistema".

ayudas de la diputación En el caso de Álava, el modelo de préstamo convive con la convocatoria de ayudas de la Diputación, a través de las cuales se pretende rozar la gratuidad de este material escolar. El Gobierno foral ha destinado este año dos millones de euros a subvencionar la adquisición de los manuales escolares en el territorio. Ambas convocatorias, las de los gobiernos vasco y alavés, son compatibles, ya que se pueden emplear las ayudas en sufragar el canon de 25 euros que las familias deben pagar en concepto de buen uso. Gracias a la Diputación, los padres reciben una cantidad en metálico dependiendo de la etapa educativa -50 euros en Infantil, 90 euros en Primaria y 140 en la ESO-.