Laguardia. Todos los sectores vinculados al turismo en Rioja Alavesa que trabajan de forma conjunta, como es el caso de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) o la Ruta del Vino están "muy satisfechos" de cómo se ha comportando el sector durante el puente de la Inmaculada. A pesar de que la crisis económica se está cebando con los gastos relativos al ocio, el hecho de que "nos adaptemos al mercado, incluso bajando precios, es una buena decisión porque el flujo de visitas sigue siendo constante y el índice de ocupación está al cien por cien los días festivos", apunta el presidente de la Ruta del Vino, Juan Manuel Lavín.
Esta iniciativa, que aglutina a bodegas, restaurantes, ayuntamientos, oficinas de turismo y empresas de turismo activo está sorteando la crisis, a pesar de que los beneficios son menores por los ajustes de precios. Ese esfuerzo "se ve recompensado por los clientes, que vienen a Rioja Alavesa no sólo para disfrutar de las bodegas, la gastronomía o los recursos naturales, sino también porque los precios son asumibles", sostiene el responsable de una empresa de turismo.
Pero el esfuerzo no sólo se centra en contener precios. La coordinación de los integrantes de la Ruta del Vino, el trabajo conjunto por vender una comarca, permite intercambiar información sobre las actividades que se realizan en lugares diferentes y hacer más amable el recorrido por la zona.
Un ejemplo está en el Hotel Villa de Laguardia, donde todos los días se celebran catas y degustaciones a las ocho de la tarde, no sólo para clientes, sino para el público en general. Y como la promoción ha corrido de boca en boca, porque se puso en marcha a última hora, la asistencia ha sido muy numerosa desde diferentes localidades.
Algo similar ha ocurrido en Samaniego, donde se les ocurrió realizar unas experiencias de hermanamiento entre el pacharán y el viñedo, que despertaron mucho interés. O el belén riojanoalavés de Loli Casado, en Lapuebla de Labarca, donde destacan las señas de identidad de los viñedos y los olivos en sus casi siete metros cuadrados de escenificación navideña, y que se puede ver acercándose a la bodega.
Además, está el atractivo de las tradiciones locales en Labastida, con la Ronda, donde el fuego nocturno y las degustaciones son un foco de atracción de turistas o las Mañas, en Samaniego, donde usan el espliego humeante para alejar malos espíritus y atraer amigos visitantes. Por su parte, las bodegas del Rioja se han coordinado para estar en varios frentes. Por un lado, en Vitoria, donde ABRA desarrolla una intensa actividad durante estas fechas con las ferias del vino de Abastos y el Casco Viejo. Asimismo, muchas bodegas han abierto sus puertas (y calados) para que puedan ser visitados durante el puente. Incluso, Marqués de Carrión se ha visto obligada a ampliar sus horarios a causa del interés por visitar sus instalaciones y su museo de arte moderno.
Y, rizando el rizo, hasta el spa del Hotel Villa de Laguardia se ha visto en la necesidad de ampliar horarios y personal en estas fechas. Según su responsable, la demanda ha sido tan elevada, tanto por clientes del hotel como desde otros, que han tenido que recurrir a esa medida para poder atender a todos los clientes que lo solicitaban.
Para el presidente de la Ruta del Vino, esta intensa actividad no es fruto de la casualidad "sino del trabajo conjunto que venimos desarrollando todos los que estamos implicados en la Ruta, promocionando actividades, intercambiándonos información y colaborando entre empresas e instituciones", defiende. Frente a esta euforia, el cierre del spa de Caudelie, en Marqués de Riscal, se destaca en el sector como algo "negativo para el turismo en Rioja Alavesa", aunque tampoco ha sorprendido. Concebido para clientes con alto poder adquisitivo, el hotel y spa no participan del proyecto común de dinamización turística en la comarca y la crisis les ha pasado factura, obligando al cierre del spa, aunque Marqués de Riscal tenga intenciones de reabrirlo en primavera.
helipuerto Además, la política de privacidad y de seguridad, que impide el paso de visitantes para ver de cerca el singular edificio de Gehry, provoca también un rechazo en los turistas, que pasan de intentar atravesar el cordón de seguridad, con lo que es previsible que puedan estar perdiendo potenciales clientes en el hotel.
Por otra parte, el costoso helipuerto, construido para sus clientes está infrautilizado y, de hecho, todavía no se ha asfaltado el camino de acceso. Sus principales usuarios, de momento, han sido las aeronaves de la Ertzaintza y las de la base aérea de Agoncillo, en La Rioja.