vitoria. El pequeño comercio vitoriano sigue en horas bajas. No en vano, las cifras de ventas registradas en este ejercicio continúan en claro retroceso, aunque a un ritmo inferior y más moderado que el que regía las desdichas del sector terciario en este territorio histórico. Quizás por ello, o por los brotes verdes, o por el emprendizaje nato de muchos vitorianos, los datos de destrucción de pequeños negocios comerciales se han atenuado. El caso es que parece que hay quien se atreve con todo, incluso en medio de esta coyuntura económica, y decide crear nuevas tiendas. Según indica un informe municipal al que ha tenido acceso este diario, gracias a estos establecimientos que durante este año han entrado en escena, el número de comercios abiertos en la capital se eleva a 2.976. Es decir, tal registro presenta un saldo moderadamente positivo respecto al periodo precedente.

Gorbea, Centro, Ensanche y el Este de la ciudad siguen siendo los ejes por excelencia del pequeño comercio, ya que aglutinan prácticamente a la mitad de las empresas minoristas de la ciudad.

Aún así, los nuevos barrios han aumentado considerablemente su oferta. Las zonas de Lakua, Salburua y Zabalgana han contribuído con 10, 8 y 7 nuevas aperturas respectivamente, al aumento del mapa comercial de la ciudad.

Por contra, en las zonas Este y Oeste de Vitoria, 23 establecimientos han cerrado sus puertas, en lo que va de año, mientras que en el Casco Viejo han desaparecido seis.

Por sectores, aquellos establecimientos que gozan de una mejor salud son los dedicados a la alimentación, a las bebidas y al tabaco. En este año 21 nuevos locales de este tipo han abierto en la capital alavesa. Peor suerte han tenido las empresas de textil y confección. Un total de 8 establecimientos de este tipo han desaparecido del mapa vitoriano. Aún así, y con respecto a los datos del año anterior, se ha registrado un descenso generalizado en todos los sectores comerciales.

Según el Informe de Coyuntura sobre el Comercio Minorista presentado por el Ayuntamiento de la capital alavesa, las ventas de este año continúan con la tendencia negativa arrastrada desde el curso anterior. Aún así, se apunta una moderación no sólo en el decremento de las ventas de los negocios tradicionales, sino también delas de las medianas y grandes empresas. Si esta nueva trayectoria llega a consolidarse, podrían alcanzarse las cifras obtenidas el pasado año e incluso registrar suaves tasas de crecimiento positivas.

Aun así, el halagüeño dato no parece ser suficiente para que el trabajo comercial de la ciudad presente signos evidentes de recuperación debido al ritmo negativo de las ventas. Algo que ha quedado reflejado en la fuerte bajada que han sufrido los índices de empleo en no sólo en Álava, sino en todo el País Vasco.

Además, el Índice de Confianza del Consumidor alavés ha registrado este año la cifra más baja de su historia. Y es que los datos del consumo siguen sin mejorar masivamente y la debilidad de la demanda se refleja en el recorte de los precios realizado para intentar activar esa debilidad.