Si hay un plato que es muy querido en toda gastronomía, ese es sin duda la tortilla de patata. Dado su sabor, ingredientes y versatilidad, vale tanto para comidas como para cenas, y da lugar a muchas variantes. Asimismo, es normal verla en excursiones y salidas, pues es fácil de preparar y sirve para cualquier ocasión en general.
No obstante, hay que tener en cuenta que el consumo de esta elaboración puede suponer varios riesgos para la salud. Por increíble que parezca, la tortilla puede tener efectos negativos que conviene conocer.
¿Se puede llevar tortilla de patatas de excursión?
Boticaria García, experta en cuestiones sanitarias, repasa en un vídeo reciente de sus redes sociales una pregunta que ronda por las cabezas de muchas personas en estos días de verano: ¿Es seguro meter una tortilla casera en la mochila para comerla después al sol?
La respuesta tiene que ver con la microbiología de los alimentos y, para sorpresa de muchos, no es la que esperamos. Para entender por qué no es sano y recomendable hacerlo, veamos qué explicaciones hay detrás.
El riesgo de la salmonella
La salmonella es una bacteria que puede haber en los huevos crudos o poco cuajados. Además, si hay temperaturas altas, puede proliferar y ser un peligro para la salud. Por no hablar de que, si la tortilla está poco hecha y sin refrigerar, puede dar lugar a problemas gastrointestinales.
Alternativas fiables
Aun así, existen alternativas para disfrutar de la tortilla de patata, como aquellas preparadas con huevos pasteurizados. Con este proceso, se destruye la salmonella sin sacar al huevo y así se evitan las intoxicaciones. De hecho, hay marcas con versiones que incluyen mucho aceite de oliva virgen extra y huevo.
La temperatura
A pesar de que las tortillas de huevos pasteurizados son opciones mucho más saludables, cabe recordar que mantenerlas a baja temperatura es lo mejor que se puede hacer para que el plan al aire libre no tenga un desenlace fatal y el día acabe en urgencias u hospitales.
Otros trucos y recomendaciones
Una de las mejores soluciones para evitar sustos es cuajar bien el huevo, evitando que sean muy jugosos en los momentos previos a su preparación. También se aconseja cortar la tortilla en trozos individuales y guardarlas en envases cerrados para que no se contaminen.
Otra recomendación es no añadir ingredientes que tiendan a acumular bacterias como las salsa o las mayonesas caseras. En su lugar, es mejor echar alimentos que puedan soportar el calor y el transporte como, por ejemplo, los frutos secos o el pan, entre otros.
En lo que se refiere a salidas largas, es preferible tener la tortilla lista del día anterior, y en el momento de salir, meterla un rato en el frigorífico y después transportarla en una nevera portátil, con el objetivo de llevarla en condiciones hasta nuestro destino.
En cualquier caso, no hay que bajar la guardia y hay que prestar atención a la más mínima señal de deterioro de la comida para desecharla automáticamente y así evitar problemas de salud.