Existen diferentes tipos de obesidad pero, sin duda, la que entraña un riesgo cardiovascular más elevado, es cuando la grasa se sitúa sobre todo en el abdomen. Así lo detalla el doctor y cirujano, Miguel Ángel Carbajo, director del Centro de Excelencia para el Estudio y el Tratamiento de la Obesidad y la Diabetes en Valladolid.
"La grasa visceral es lo que determina fundamentalmente el riesgo cardiovascular", explica. La aparición de grasa excesiva en el abdomen conduce inevitablemente a la hipertensión, la resistencia a la insulina, el colesterol y otros múltiples factores más de alto riesgo de infarto o ictus cerebral.
"La grasa visceral es lo que determina fundamentalmente el riesgo cardiovascular"
Tras su dilatada experiencia puede determinar que los hombres obesos con grasa abdominal tienen probabilidad de fallecer antes que las mujeres obesas. Sin embargo, a partir de la menopausia "se producen cambios muy importante en el descenso de hormonas femeninas que antes actuaban como protección y van a acumular grasa en el abdomen, lo que provocará que la curva de la mortalidad se invierta", finaliza.
El IMC no mide la gravedad de la obesidad
Por otra parte, el doctor también explicó que el IMC (el Índice de Masa Corporal) no es un buen indicador de la agresividad que tiene la obesidad. "Nos indica el grado de obesidad en relación con nuestra altura, pero solo es un dato más", cuenta el cirujano quien recalca que "los factores clínicos y las enfermedades asociadas son los decisivos a la hora de evaluar el riesgo o la agresividad de la obesidad".
Por ejemplo, "muchos varones con grasa abdominal y bajo IMC pueden tener un alto riesgo cardio-vascular y sufrir infarto, aunque sean jóvenes. Sin embargo, una mujer joven y con obesidad mórbida (IMC>40), tendrá menos riesgo si su grasa está repartida por todo el cuerpo", describe el doctor Carbajo.
Centro de Excelencia para el Estudio y Tratamiento de la obesidad y la Diabetes. Valladolid
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