Seguro que en alguna ocasión has acudido al médico en busca de ese antibiótico milagroso que te haga recuperar la salud de la forma más rápida posible. Sin embargo, a raíz de la consulta, te habrás percatado de que los antibióticos no son el remedio para combatir todo tipo de enfermedades, sino que son medicamentos que sirven para acabar con las infecciones causadas exclusivamente por bacterias

La existencia de falsos mitos en torno a ellos hace que muchas personas los soliciten o los utilicen de una forma incorrecta. Este mal uso puede generar una resistencia a este tipo de fármacos, lo que supone una seria amenaza para la salud pública global.

A continuación vamos a repasar diez creencias falsas sobre los antibióticos que conviene conocer para hacer un buen uso de ellos y evitar males mayores. Estas son:

1- Sirven para curar cualquier enfermedad. Los antibióticos no son medicamentos mágicos que lo curan todo, sino que solo sirven para tratar infecciones causadas por bacterias. Por ello, resultarán totalmente ineficaces en el caso de virus como los que causan la gripe, la covid, la gastroenteritis, el resfriado u otro tipo de infecciones.

2- Los caros son mejores que los baratos. Tendemos a asociar que lo caro es de mejor calidad y en el ámbito sanitario no siempre es así. Debemos distinguir entre medicamentos genéricos y medicamentos comerciales. Ambos tienen el mismo principio activo y son igual de efectivos, pero los comerciales son más caros por el hecho de estar comercializados bajo una marca.

Una farmacéutica sujeta un blister de antibiótico. Freepik

3- La resistencia a los antibióticos no afecta a personas sanas. Cualquier persona puede contraer una infección bacteriana resistente al tratamiento con antibióticos. Por ello, es muy importante no abusar de estos fármacos para no acostumbrar a las bacterias y que estas se acaben haciendo resistentes al tratamiento.  

4- Podemos usar los que ya tenemos en casa. No debemos utilizar nunca antibióticos que nos hayan sobrado de tratamientos anteriores. Seguramente, la enfermedad no será la misma y, aunque así sea, necesitarás la prescripción previa de un médico que te indique la cantidad y la duración exacta del tratamiento para tu caso en concreto. Además, puede que el fármaco haya perdido eficacia o que incluso esté en mal estado.

5- Los mejores son los que eliminan más bacterias. No es cierto que el mejor antibiótico sea el que elimina más bacterias, ya que en el cuerpo humano tenemos muchos de estos microorganismos cuya actividad es beneficiosa y el hecho de eliminarlos tendrá un impacto negativo en nuestra salud. Así, un buen antibiótico no es el que mata más bacterias, sino el que mata las bacterias concretas que queremos eliminar.

6- Puedo dejar el tratamiento al notar mejoría. Aunque nos sintamos mejor, en ningún caso debemos abandonar el tratamiento antes de lo prescrito por el médico. Si lo hacemos, es probable que tengamos que volver a tomar antibiótico más adelante. 

Antibiótico en distintas formas farmacéuticas. Freepik

7- Los antibióticos muy comunes son de venta libre. Ningún antibiótico es un medicamento de venta libre. Estos fármacos siempre deben ser prescritos por un médico y el farmacéutico debe dispensarlos bajo receta. 

8- Los antibióticos de los animales pasan a la carne. Otra falsa creencia muy extendida es que al consumir carne ingerimos los antibióticos que se han podido administrar a los animales en las granjas. Sin embargo, los expertos aseguran que en estos casos está estipulado que hay que esperar un tiempo mínimo para sacrificarlo, de forma que así se garantiza que los restos del fármaco no lleguen a la comida que nosotros ingerimos.

9- Si se te olvida una dosis ¿puedes tomar dos juntas? Nunca se deben tomar a la vez dos dosis de un medicamento, incluso aunque no sea un antibiótico, ya que puedes poner en riesgo tu salud. Los fármacos son seguros siempre y cuando se tomen en las condiciones adecuadas.

10- ¿El alcohol interfiere en el antibiótico? Aunque los expertos aseguran que el consumo moderado de alcohol no reduce la eficacia de la mayoría de los antibióticos, lo mejor es evitarlo hasta que termines el tratamiento. Malestar estomacal, mareos y somnolencia son algunos efectos secundarios de combinar este tipo de sustancias. 

Si todos los medicamentos requieren un uso responsable, en el caso del antibiótico este es imprescindible. Seguir siempre las recomendaciones del médico es indispensable para que el fármaco pueda realizar su función de una forma segura y eficaz.