Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Sociedad Americana del Cáncer ha demostrado que casi 123.000 muertes por cáncer, o cerca del 30 por ciento de todas las muertes por tumores, fueron por fumar cigarrillos en Estados Unidos en 2019, lo que llevó a más de dos millones de años-persona de vida perdidos y casi 21 mil millones de dólares en ganancias anuales perdidas.

Estas pérdidas fueron desproporcionadamente más altas en los estados con políticas de control del tabaco más débiles en el sur y el medio oeste, según los hallazgos de esta investigación, publicada en la revista científica 'International Journal of Cancer'.

"Nuestro estudio proporciona una prueba más de que el tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de muerte relacionada con el cáncer y tiene un enorme impacto en la economía. Debemos seguir ayudando a las personas a dejar de consumir tabaco, evitar que nadie empiece a hacerlo y trabajar con los funcionarios electos de todos los niveles de gobierno para una aplicación amplia y equitativa de las intervenciones de control del tabaco de eficacia probada", ha comentado el doctor Farhad Islami, director científico principal de la investigación sobre la disparidad del cáncer en la Sociedad Americana del Cáncer y autor principal del estudio.

Muertes por cáncer atribuibles al tabaquismo

Para el estudio, los autores estimaron las proporciones y el número de muertes por cáncer atribuibles al tabaquismo y los años-persona de vida perdidos asociados y la pérdida de ingresos entre los individuos, de 25 a 79 años, en 2019 en Estados Unidos a nivel nacional y por estado.

Como las muertes por cáncer atribuibles al tabaquismo ocurren más comúnmente en individuos con un estatus socioeconómico más bajo, utilizaron datos específicos de educación para cada estado para dar cuenta de las variaciones en el estado de empleo, los salarios y la mortalidad atribuible al tabaquismo por estatus socioeconómico.

Los cánceres asociados al tabaquismo que se evaluaron en este estudio incluían los de cavidad oral, faringe, esófago, estómago, colorrectal, hígado y conducto biliar intrahepático, páncreas, laringe, pulmón y bronquios, cuello uterino, riñón y pelvis renal, vejiga urinaria y leucemia mieloide aguda.

Los resultados del estudio mostraron que las tasas de mortalidad eran más elevadas en los 13 estados con políticas de control del tabaco generalmente más débiles y con una mayor prevalencia del consumo de cigarrillos. Estos estados son Alabama, Arkansas, Indiana, Kentucky, Luisiana, Michigan, Mississippi, Missouri, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental.

Asimismo, la tasa anual de años-persona de vida perdidos de estos estados fue un 46,8 por ciento superior a la de otros estados y el Distrito de Columbia (1.431 por cada 100.000 habitantes frente a 975 por cada 100.000). Además, la tasa de pérdida de ingresos en estos estados era un 44 por ciento mayor (11,2 millones de dólares por cada 100.000 habitantes, frente a 7,8 millones por cada 100.000) que en otros estados y en el Distrito de Columbia.

El estudio también descubrió que si las tasas de años-persona de vida perdidos y pérdida de ingresos de Utah (el estado con la tasa más baja de años-persona de vida perdidos) hubieran sido alcanzadas por todos los estados, se habría evitado más de la mitad del total estimado de años-persona de vida perdidos y pérdida de ingresos en 2019 a nivel nacional.

"Aumentar el precio de los cigarrillos mediante impuestos especiales es la política más eficaz para reducir el consumo de tabaco. En muchos estados, la tasa de impuestos especiales sobre el tabaco sigue siendo baja, especialmente en los estados con las tasas de tabaquismo más altas. Eliminar las lagunas existentes en la cobertura de Medicaid y de los seguros privados de los servicios para dejar de fumar es una intervención importante para reducir los cánceres relacionados con el tabaquismo. Esto también proporcionaría acceso a todos los tipos de asesoramiento y a todos los medicamentos aprobados sin que el paciente tenga que compartir los costes", ha añadido Ahmedin Jemal, vicepresidente senior de vigilancia y ciencia de la equidad en salud de la Sociedad Americana del Cáncer, y autor principal del estudio.