Enmarcados en el Día Mundial del Parkour este 7 de junio, homenajeamos a una disciplina que transforma el entorno urbano en un campo de juego para el cuerpo y la mente. En Euskal Herria, esta práctica ha echado raíces profundas, adaptándose en espacios dedicados y comunidades vibrantes que la promueven. 

Alba Salazar, una joven que practica parkour.

Alba Salazar, una joven que practica parkour. Jose Mari Martínez

Historia del parkour

El parkour es una disciplina física y mental que consiste en desplazarse de manera eficiente a través del entorno urbano, superando obstáculos de forma creativa y utilizando movimientos como saltar, trepar, correr, rodar y balancearse. Se enfoca en la eficiencia del movimiento y en la adaptación al entorno, más que en la búsqueda de acrobacias o piruetas. 

También conocido como “el arte del desplazamiento”, tiene sus raíces en Francia a finales de la década de 1980. La disciplina fue desarrollada por Raymond Belle y su hijo David Belle, junto a un grupo de amigos que se llamaron los Yamakasi. David Belle, hijo de Raymond, que era un veterano de guerra y bombero, fue quien refinó la técnica y le dio su forma actual.

Zona de parkour en el parque de San Jorge en Pamplona. Oskar Montero

El término parkour proviene del francés parcours, que significa recorrido o camino, inspirado en el entrenamiento militar llamado Parcours du combattant (carrera de obstáculos). Décadas después, el parkour ha evolucionado y se ha convertido en un deporte urbano que tiene a la calle como principal escuela, por lo que callejeamos en un recorrido saltando de territorio en territorio para explorar los lugares emblemáticos y las iniciativas que mantienen vivo su espíritu a día de hoy.

Donde la calle se convierte en escenario

Comenzamos nuestra travesía en territorio vizcaino, concretamente en Atxondo, donde su parque biosaludable nos da la bienvenida. Dedicado a diferentes disciplinas deportivas, cuenta con numerosas zonas como un parque de calistenia, una pista de parkour, un rocódromo y una tirolina. Gracias a las instalaciones como las suyas que fomentan la actividad física al aire libre, disfrutamos de un entorno que promueve la salud y el bienestar comunitario.

El parque biosaludable de Atxondo dispone de pista de parkour, calistenia, rocódromo y tirolina. DEIA

Considerado el área de parkour más grande de Bizkaia, el parque de Sarriko es parada obligatoria. Y es que este espacio cuenta con instalaciones habilitadas con muros, barandillas y suelo blando para amortiguar caídas, lo que facilita su práctica.

Bilbao habilita en Sarriko una zona de parkour, la mas grande Euskadi. Borja Guerrero

Así, damos otro salto hasta Zamudio, donde su parque de calistenia y street workout (modalidad basada en que cada deportista completa su propia rutina de entrenamiento, valiéndose de su propio peso) se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes de estas modalidades. El espacio ha sido impulsado en distintas ocasiones por la organización Street Kirolak, que ha organizado eventos como Zamudio Street Kirolak, en los que era posible disfrutar de un espectáculo repleto de piruetas y acrobacias propias de los artistas del deporte urbano.

Zamudio cuenta con un parque de calistenia y street workout donde practicar parkour. Patxi Arostegi

Dedicada expresamente a los deportes callejeros, en ella promueven desde el parkour, el BMX (disciplina del ciclismo), el entrenamiento callejero o el slackline (deporte que consiste en mantener el equilibrio sobre una cuerda de nailon colocada entre dos puntos y cerca del suelo) hasta la danza urbana, el skateborading o el patinaje en línea, convirtiendo las calles en escenarios de expresión y desafío.

El parkour, aunque pueda parecer un deporte arriesgado que solo pueden llevar a cabo los adultos, en realidad se trata de todo lo contrario. Así nos lo demuestra Indarrez, la Escuela de Parkour y ADD que organiza campamentos de verano para vivir una experiencia inolvidable de parkour urbano. Con entrenamientos en diferentes zonas de Bilbao, Barakaldo y Getxo, ofrecen un nivel de iniciación y perfeccionamiento para txikis a partir de los 8 años.

Por eso y, durante cinco mañanas intensas, los más pequeños de la casa podrán aprender, moverse y superarse a través del parkour y del arte del desplazamiento (ADD). Además de juegos, retos en grupo y excursiones, se trata del plan perfecto para que los niños disfruten en exteriores de un enfoque deportivo “seguro, guiado y muy, muy divertido”.

Espacios que incitan al movimiento

Saltamos a territorio navarro, donde nos topamos con el Skatepark de Ayegui, que cuenta con una sección de parkour utilizada para el entrenamiento y la socialización. Al igual que ocurre con el parque de San Jorge en Pamplona, donde nos encontramos con un área de parkour, además de elementos de cuerda para trepar, área multideporte y un gimnasio al aire libre.

Parque de parkour de Ayegui. Javier Arizaleta

Para los que buscan entrenar en interiores con instalaciones adaptadas a todas las edades, existen lugares como Saltoka Jump, que, además de salto libre, rocódromo, piscina de bloques y circuito ninja, cuenta con un área reservada para mayores de siete años y repleta de obstáculos para poder saltar a diferentes alturas. 

Niños participando en una jornada de talleres y exhibiciones de parkour en Saltoka Jump. Iñaki Porto

Por otro lado, tampoco nos olvidamos de Backflip Navarra, que se presenta como un centro de deportes de acción en el que es posible practicar desde acrobacia, gimnasia rítmica o parkour hasta circo, cross gymnastics y calistenia, en compañía de entrenadores experimentados. Además, también organizan campus de verano para niños y jóvenes de entre 4 y 17 años, donde podrán disfrutar de todas sus modalidades y vivir una experiencia única en la que hacer nuevas amistades y desarrollar habilidades “de forma divertida y segura”, inciden. 

Exhibición de parkour en Blackflip Navarra. Iñaki Porto

Comunidad y movimiento en armonía

Nos desplazamos hasta territorio guipuzcoano para echarle un vistazo al parque de parkour situado junto al Polideportivo Municipal Bentaberri, en Donostia. Este se encuentra realizado a base de módulos prefabricados en hormigón arquitectónico con acabado en granito para mayor agarre. Asimismo, todo el espacio está protegido con pavimento de seguridad, que absorbe las posibles caídas, que son pocas. Además, a pocos metros de él se sitúa también un parque de calistenia, disciplina muy de moda en los últimos años. 

Donostia cuenta ya con un parque para practicar parkour junto al polideportivo Bentaberri. Redaccion NDG

Desempeñando un papel crucial en la difusión del parkour, Lozten ADD es una asociación radicada en Gipuzkoa compuesta por personas que llevan más de una década entrenando y trabajando en dichas disciplinas, “siempre en relación directa con el origen de la misma, su esencia y valores”. Por esto mismo, realizan todo tipo de actividades entre las que se encuentran la enseñanza, planes de formación al profesorado, organización de eventos y la utilización de la disciplina como “una herramienta social inclusiva y de cambio”.

Fusión de tradición e innovación

Finalizamos el recorrido de obstáculos en territorio alavés, donde el Parkour Park de Gasteiz se percibe como un espacio específicamente diseñado para esta práctica, que ofrece estructuras adaptadas y zonas de entrenamiento para los traceurs, término con el que se conoce a los practicantes de parkour. 

Parkour Park instalado en la intersección entre la calle Portal de Foronda y Sierra de Andia en Vitoria. Redacción DNA

Este enclave ha sido testigo del los entrenamientos de algunos integrantes del Club Arabatxo, que se presentaron en 2021 al campeonato Estatal de esta actividad, celebrado en el Navarra Arena de Pamplona, que acogió esta cita durante los siguientes dos años, hasta 2023. 

Por último, destacamos el evento Kalekumeak Parkour, que se celebra en Gasteiz hasta el próximo 28 de junio, donde podemos disfrutar de una exposición audiovisual en Labe Gazte Laborategia.

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Los vídeos y las fotografías han sido clave en la difusión de este arte callejero, por lo que muchos parkourzales han ido recopilando su trayectoria, y nosotros podremos disfrutar de ella en esta muestra que busca recuperar estos recursos y mostrarlos todos juntos. Sin lugar a dudas es una buena oportunidad de profundizar y acercarnos a esta cultura.

Con todo, nuestro recorrido por Euskal Herria en el Día Mundial del Parkour revela una cantera vibrante, donde el movimiento se entrelaza con la cultura y el sentimiento de comunidad. Desde sus parques urbanos hasta sus iniciativas educativas, el parkour y el deporte urbano se consolidan como una expresión de libertad, creatividad y conexión con el entorno, fomentando en todo momento un estilo de vida saludable. Siempre en movimiento.