l río Golako y el robledal de Arratzu-Mendata forman parte del Urdaibai escondido, un lugar con reminiscencias de molinos y ferrerías en el que las plantas riparias (de las riberas fluviales) encuentran un ambiente perfecto para prosperar.
Esta agradable ruta, que coincide con el Camino de Santiago, comienza en el barrio de Elexalde de Arra-tzu. Antes de la iglesia de Santo Tomás un cartel del PR-BI 167 nos orienta hacia el puente de Artzubi y el barrio de Zarra. El sendero, balizado con marcas blancas y amarillas, desciende al río Golako, donde se ubica el puente (siglo XVI) que conectaba el Camino de Santiago entre la colegiata de Ziortza (Zenarruza) y Gernika. Sus muros parecen vivos, tal es la cantidad de plantas que crecen en ellos. Entre ellas, la lengua de ciervo (Asplenium scolopendrium), un original helecho pues tiene una hoja entera, sin dividir, algo inusual en ese grupo.
Pasamos a la otra orilla y antes de continuar la ruta, atravesamos por la izquierda un paso de alambre para visitar la fotogénica presa del río Golako, situada en un bosque de ribera bien conservado y compuesto por fresnos, avellanos y laureles, además de bruscos. Observamos también unas flores naranjas muy llamativas; se trata de Crocosmia x crocosmiiflora, especie ornamental muy utilizada en los caseríos pero que se ha hecho invasora.
Tras esta visita retornamos al sendero y continuamos en ascenso a la par que saludamos a los peregrinos que van en sentido contrario. Es primavera y hay muchas especies en flor, como las aguileñas (Aquilegia vulgaris), las primaveras (Primula elatior), la ortiga amarilla y las campanillas silvestres (Campanula patula). Pasamos por un pinar cuyos troncos están teñidos de naranja por un alga del género Trentepohlia y pronto llegamos al robledal de Arratzu-Mendata, el mejor conservado de Urdaibai.
Poco después, en una bifurcación dejamos el camino (que nos servirá para la vuelta) y seguimos un sendero que conduce al barrio de Zarra por una antigua calzada. Llegados a esta aldea giramos hacia la izquierda y por una carretera vecinal pronto estamos en la ermita de San Pedro, donde comienza el retorno. Pero antes visitamos la cercana torre de Montolan o Montalbán (50 min.), fortaleza pentagonal del siglo XIV situada en un promontorio que ofrece una buena vista de Urdaibai.
Es un entorno en el que abundan las milenramas (Achillea millefolium) y la rubia silvestre (Galium mollugo), una plantita de pequeñas e incontables flores blancas. De vuelta al sendero, iniciamos el descenso y llegamos al punto del desvío hacia la calzada, desde donde desandamos el camino hasta Elexalde.
Rutas por Euskal Herria
DEL LIBRO: Rutas botánicas por parajes de ensueño
TEXTO Y FOTOS: Jon Benito