Desplazarse por la oficina a una velocidad más que interesante sin moverse de la silla ya es posible. Volkswagen ha fabricado una silla de oficina que se puede conducir y que alcanza una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora.
El fabricante alemán de automóviles ha diseñado y construido en Noruega esta silla, que cuenta con un motor eléctrico, controles para conducirla e incluso unas pequeñas llantas para las ruedas. "El reto era tomar muchas características de un automóvil Volkswagen real e implementarlas en una silla de oficina", explica Martin Grauton, uno de los responsables de este proyecto.
La silla, con una cuidada estética a la par que sobria, en la que no falta detalle, cuenta con altavoces, luces led de colores y cinturón de seguridad, porque una colisión a 20 kilómetros por hora puede ser peligrosa.
Quien esté pensando en adquirirla para convertirse en el rey de su oficina se llevará una decepción, porque Volkswagen no va a comercializarla, sino que se quedará únicamente como modelo de exhibición.