Montanna Morris es una chica al que su médico le recomendó inyectarse bótox para tratar su trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), ya que los calmantes no le aliviaban el dolor. Sin embargo no obtuvo el resultado que esperaba."Mi médico me había recetado relajantes musculares antes, pero eso no ayudó, por lo que recomendó bótox como una opción antes de una cirugía mayor de mandíbula.
El que me lo inyectó me dijo que tendría los resultados finales en una semana o dos, pero mi cara ya se estaba paralizando en cuatro días, así que sabía que iba a ser malo", explicó la joven en un vídeo que subió a TikTok. "El ancho de mi boca comenzó a acortarse. Podía ver cada vez menos de mis dientes cuando sonreía, eso es lo primero que noté. Luego, mis hoyuelos desaparecieron casi por completo. Mi trastorno está mejor, mi mandíbula se abrió poco después del tratamiento y se bloquea mucho menos ahora, pero sorprendentemente tengo más dolor que antes. Debido a la parálisis, he tenido bastante atrofia muscular, por lo que masticar ciertas cosas me es más difícil", aseguro.
Según indica Morris, parece ser que una persona que no era un especialista le inyectó el bótox en el músculo masetero, provocando la parálisis. Generalmente se suele utilizar una férula de descarga para tratar el ATM y el bótox solo se utiliza cuando el paciente experimenta un dolor muy agudo que, incluso, le impide abrir la boca con normalidad. La toxina no soluciona el problema, solo mitiga las dolencias derivadas del trastorno.