Este viernes es una jornada marcada en rojo en el calendario de la memoria histórica vasca, porque Alemania realizará un nuevo gesto de desagravio con el pueblo de Gernika tras el bombardeo que perpetró la Legión Cóndor del régimen nazi el 26 de abril de 1937. Si en 1997 su entonces presidente Roman Herzog ya pidió perdón por la masacre en una carta oficial, esta vez su máximo representante, Frank-Walter Steinmeier, va a visitar en persona el cementerio y el Museo de la Paz para reconocer el daño causado por sus “compatriotas”. La expresión la utilizó él mismo este miércoles en la cena de gala celebrada en Madrid, y supone reconocer una responsabilidad subsidiaria a pesar de la ruptura total de Alemania con el régimen nazi, con el que nada tiene que ver. Por ello, en ámbitos abertzales se valora este gesto, y piden al Estado español que lo imite, porque fue Franco quien ordenó el bombardeo. Pero, a pesar de la trascendencia de la jornada, EH Bildu se ha borrado de esta foto. Ha decidido plantar la visita de Alemania porque va a participar en ella el rey español, Felipe VI. Critica que su presencia es “hiriente” porque su padre Juan Carlos de Borbón fue nombrado como sucesor por el propio Franco y se le debe exigir una petición de perdón.
Esta es una exigencia que comparte el PNV, pero el boicot de EH Bildu se acaba convirtiendo por extensión en un desaire a la visita alemana, una visita que sí agradece EH Bildu. Por castigar a quien no pide perdón, el plante se lo lleva también Alemania. Esta decisión contrasta con la representación al máximo nivel del lehendakari Pradales y del propio PNV, cuya delegación estará encabezada por el presidente del EBB, Aitor Esteban, acompañado por el portavoz en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi; y el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Xabier Barandiaran.
El lehendakari se ha destacado estos días por solicitar oficialmente desde el Parlamento Vasco que el Gobierno español imite el gesto de desagravio de Alemania, y se lo ha pedido a costa de discrepar de nuevo con sus socios del PSE, que sostienen que el Ejecutivo actual es heredero de la república y fue tan víctima del ataque como Gernika. Para poner en valor el gesto alemán, Pradales va a recibir este viernes a Steinmeier en Ajuria Enea, y ejercerá de anfitrión ante él y ante el rey español en el cementerio de Zallo. Después acudirán al Museo de la Paz. Está previsto que el representante de Alemania mantenga un encuentro con las supervivientes Crucita Etxabe y Mari Carmen Agirre, y que realice unas declaraciones a los medios de comunicación con la misma sensibilidad que ha mostrado estos días.
No ha sucedido lo mismo con el rey español, que el miércoles despachó el asunto con una referencia impersonal e imprecisa a los “horrores del totalitarismo”, en general. El Gobierno español, por su parte, ha zanjado el asunto con una recepción del presidente Sánchez a Steinmeier en La Moncloa, y una nota donde le agradece su gesto de “enorme fuerza simbólica para honrar la memoria y reforzar los valores democráticos compartidos”. Su gobierno ha rebajado el perfil de su visita a Gernika: no acudirá ningún ministro, sino la delegada en suelo vasco, Marisol Garmendia, y el secretario de Estado de la Unión Europea, Fernando Mariano Sampedro.
Protestas
EH Bildu parece apoyarse en este perfil bajo del rey en la nota enviada a los medios. Sí agradece la visita alemana. “Celebramos el gesto del presidente alemán, ya que es un paso en la buena dirección y estas muestras de cercanía hacia las víctimas del bombardeo son bienvenidas en nuestro país. Del mismo modo, creemos que el Estado español sigue sin asumir la responsabilidad que le corresponde, llegando a ser especialmente hiriente la presencia de Felipe de Borbón en el acto. Quienes bombardearon Gernika contribuyeron a construir el régimen franquista, que a su vez reinstauró la monarquía borbónica de la que el rey Felipe VI es heredero”, denunció.
Por eso, sentenció que “la asunción de responsabilidades y el perdón siguen siendo un ejercicio pendiente por parte del Estado español”. “El rey Felipe VI tiene la oportunidad de pedir perdón al pueblo de Gernika; no hacerlo supone seguir huyendo de sus responsabilidades como jefe de un Estado reinstaurado por Franco”, dijo, para añadir que “la monarquía española no es bienvenida en Gernika, símbolo de nuestras libertades nacionales” y lucha antifascista.
La comunicación de esta medida llegó tras conocerse la convocatoria de unas protestas. Ernai, las juventudes de Sortu, habían convocado una concentración para este jueves a las 19.30 horas en Gernika, y después se conoció que EH Bildu había programado otra protesta para el mismo día de la visita, para este viernes, a las 13.00. En ambos casos, los carteles mostraban al rey español boca abajo. En el cartel de las juventudes de Sortu, aparecía en llamas. El boicot de este sector político a la monarquía española se ha mantenido en el tiempo, aunque no con la intensidad o los altercados del pasado (el primer viaje de Juan Carlos de Borbón a Gernika en 1981 se saldó con incidentes, pero habría que matizar que el lugar de la visita fue la simbólica Casa de Juntas). Desde entonces, la izquierda abertzale ha realizado un tránsito hacia la política institucional, hasta el punto de que el diputado de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, participó en la ronda del rey previa a la investidura. No se ha repetido. El único precedente lo protagonizó Jon Idigoras.