La cara oculta de Cerdán: su origen en Navarra, su salto a Madrid, su caída tras el informe
Discreto, trabajador, leal. Se ganó la confianza de Sánchez a base de entrega y olfato político. La gente que le ha tratado no se puede creer que la ‘S’ del informe de la UCO sea el Santos Cerdán que lo ha sido todo en el PSOE –y el PSN– desde 2017
Será muy difícil que, a partir de ahora, cuando alguien piense en Santos Cerdán León (Milagro, 4 de mayo de 1969), le venga a la cabeza algo más que las sórdidas conversaciones mantenidas con Koldo García y José Luis Ábalos que ha recogido la Guardia Civil en un informe que amenaza con llevarse por delante a Sánchez.
Santos Cerdán ha asegurado en exclusiva a este periódico que va a defenderse aunque le cueste la vida y ha insinuado que todo es un montaje, pero mucho tiene que girar la investigación judicial para que de él no quede la imagen de un fontanero que apaña votaciones –metes las dos papeletas sin que te vea nadie, le dice a Koldo en las primarias socialistas del 2014–, pone y quita altos cargos en ministerios o, peor todavía, ocupa el papel de repartidor en la supuesta trama de cobro de mordidas a empresas por la adjudicación de obra pública que ha investigado la Unidad Central Operativa (UCO).
El informe de la UCO apunta a un amaño en las primarias del PSOE: "Mete esas papeletas sin que te vea nadie"
Nadie, al menos aquí en Navarra, puede creer que la S de los diálogos del informe de la UCO fuera la S de Santos Cerdán, el hombre discreto, sencillo y de pueblo, accesible y amable, el que dejó todo para acompañar a Sánchez después de la defenestración del 1 de octubre de 2016. Políticos, diputados, periodistas, gentes más o menos cercanas que le han tratado durante los últimos años solo aciertan con una palabra: decepción. Y le dan vueltas a un pensamiento: cómo ha podido mantener esa cara oculta, durante tanto tiempo y ante tanta gente.
La hazaña de 2017
Es una pena que un chusco episodio como el de las papeletas de 2014 vaya a opacar una verdadera hazaña política, esa que le permitió ganarse definitivamente la confianza de Sánchez. La aportación clave de Cerdán no fue en las primarias de 2014, sino en las de 2017.
Él formó parte del núcleo que recorre España en el Peugeot y se ganó la confianza de Sánchez con una demostración de inteligencia política. Cerdán, encargado de los avales, sacó papel y boli y realizó un cálculo federación por federación.
Auge y estrepitosa caída de Santos Cerdán
Vaticinó que Sánchez iba a ganar las primarias por 5.000 votos. En su momento era una previsión arriesgada, porque los rivales de Sánchez contaban con el respaldo del aparato y la ventaja de tener a su contrincante fuera del partido. Cerdán convenció a todo el mundo de que sus cuentas eran ciertas y al final hasta se quedó corto con el resultado. La fiabilidad de Cerdán hizo que Sánchez, en el momento en el que accedió a la secretaría general del PSOE dijera: este, para Ferraz. Y así fue.
Santos dejó sus cargos en Navarra: el escaño en el Parlamento y la secretaría de Organización. Cambió Pamplona por Madrid, mucho más de lo que hubiera imaginado nunca. Hoy sabemos, por el informe de la UCO, que el alquiler de aquel apartamento de cuarenta metros en la calle de Fernández de los Ríos –que se lo buscó Koldo por Idealista...– ya lo pagaba Servinabar, la empresa vinculada a la presunta trama de mordidas objeto de investigación por parte del Tribunal Supremo.
En Ferraz ocupó el cargo de secretario de Coordinación Territorial. En la práctica, era la mano derecha del que fue elegido como secretario de Organización, José Luis Ábalos. Lo que pasa es que ya desde el principio se sabía que quien se encargaba del día a día del partido era Cerdán, algo que quedó mucho más claro un año después, cuando Sánchez alcanzó la Moncloa y designó a Ábalos como ministro de Fomento. Por cierto, que fue Cerdán uno de los encargados de poner al corriente a los periodistas de que el PSOE iba a presentar una moción de censura contra Rajoy en junio de 2018.
El artífice del giro del PSN
Con Sánchez en la presidencia y Ábalos en sus quehaceres, Cerdán se convierte en el hombre fuerte del partido. Nada ocurre sin su visto bueno. Ya contaba con bagaje y predicamento sobre el presidente, pero en 2019 sube un peldaño.
Encabeza, por primera vez, la lista del PSOE al Congreso por Navarra, y obtiene escaño en las dos citas electorales. Ese verano obra el milagro: consigue convencer al partido, y especialmente a Sánchez, de que el PSN tiene una oportunidad de oro tras los resultados de las forales. Puede encabezar una alternativa de izquierdas por primera vez en mucho tiempo.
Santos Cerdán rompe su silencio: "No me voy a servir del aforamiento para demostrar mi inocencia"
Le cuesta, pero lo consigue. A Sánchez, contaba entonces el propio Cerdán, le costó entenderlo. Quería evitar tener que pactar, de una forma u otra, con EH Bildu. Le costó, pero al final autorizó la operación. Y hasta hoy, cuando Chivite encadena su sexto año de gobierno. Cerdán fue el mejor enlace que pudo jamás soñar el PSN: un hilo directo con lo más alto de Ferraz y La Moncloa, un asesor al que el presidente respetaba, y un stopper para las injerencias de UPN, que hasta ese momento mantenía la esperanza de desactivar la operación en Madrid, como otras veces antes.
Con Cerdán tan arriba era imposible pensar en un agostazo. El PSN vive el momento más dulce de las últimas dos décadas gracias a él. Todo son elogios y el partido presume de su hijo predilecto cada vez que vuelve a Navarra, que es muy a menudo.
Sobrevive a las remodelaciones de Sánchez
Tras la pandemia, Sánchez sobrevive a una gran remodelación de la que salen ministros y asesores áulicos. En 2021 sale Ábalos. Hoy sabemos por qué. Sale Iván Redondo, el guionista del sanchismo, con más aura pero menos versátil.
El cargo de secretario de Organización le cae de forma natural y empieza aquí la recta final de su trayectoria política. Hasta este momento, Cerdán era un hombre de partido, de segunda línea. Un servidor anónimo. A partir de ahora acapara focos porque tiene más responsabilidad y asume más tareas. Las más importantes, de cara al exterior, las negociaciones con los soberanistas de EH Bildu y Junts. Pasarán a la historia las fotos de Cerdán en Waterloo, allá donde en 2023 empezó a labrar el apoyo de los catalanes tras las últimas generales que mantienen hoy en su sillón a Sánchez. La exposición pública de aquellas negociaciones le puso un foco encima con el que nunca estuvo a gusto, pero que soportó por lealtad al presidente.
En diciembre de 2024, este periodista se lo encontró en la calle Carlos III de Pamplona. Amabilísimo, como siempre. Cada vez era más difícil caminar por Madrid, reconocía él mismo, sin sufrir los insultos de algún cafre. Acababa de ser ratificado como secretario de Organización en el congreso del PSOE celebrado en Sevilla apenas unos días antes. Cerdán lo sintió como un espaldarazo después de que por esas fechas el conseguidor Víctor de Aldama dijera que le había hecho llegar dinero en un sobre. Preguntado por esto, Santos aseguró, como restándole importancia: “Estoy tranquilo”. Hoy entrega su acta de diputado y se someterá a la justicia sin aforamiento.
2014-2015: el sanchista que salió de una comida
En junio de 2014, este periódico contaba que Roberto Jiménez y Santos Cerdán, secretario de Organización del PSN desde 2012, viajaron a Madrid para comer con Pedro Sánchez y estudiar la posibilidad de brindarle el apoyo oficial del PSN.
Un mes después, y hoy lo sabemos por el informe de la UCO, Santos Cerdán ordenaba a Koldo García meter, sin que le viera nadie, las dos papeletas de dos votantes ausentes a la cita. Cerdán aterrizó en la política autonómica en febrero de 2014, cuando sustituyó en el Parlamento de Navarra a Román Felones. Para entonces, ya conocía bien Navarra y el partido del que era alto cargo. También tenía relación con Koldo García, que durante aquella legislatura –2011-2015– era concejal socialista en Huarte.
Koldo había prestado servicios de seguridad en el partido. En un momento de crisis interna –el PSN atravesaba por un mal momento electoral: tanto en Navarra, tras la ruptura con UPN; como en el Estado, en la oposición y con la amenaza de Podemos–, el entusiasmo y la capacidad para hacer recados de Koldo gustó a Cerdán, que lo promocionó a partir de entonces.
La UCO considera que la “estrecha relación” entre Fernando Merino –delegado de Acciona–, Antxon Alonso Egurrola –propietario de Servinabar y amigo de Santos– y Koldo García se remonta al menos a 2015. Ese grupo sigue de cerca el proyecto de Mina Muga que está en el origen de la trama.
2016-2017-2018: de Navarra a Madrid, en el Peugeot
Sánchez ganó aquellas primarias de 2014 –en las que Chivite apoyaba a Madina, por cierto– no por los dos votos que Koldo había embutido en una urna desprotegida. Pero apenas dos años después fue descabalgado por una confabulación de la vieja guardia, que proponía abstenerse y dejar gobernar al PP en minoría –como así ocurrió–.
El 1 de octubre de 2016, un Comité Federal surrealista expulsa a Sánchez de la secretaría general y todo el mundo se va de su lado. Salvo un grupo de fieles: Adriana Lastra, José Luis Ábalos, Francisco Serrano, Koldo García... y Santos Cerdán, claro. Acompañan a Sánchez en la vuelta a España en el Peugeot, la tourné con la que el depuesto líder trató de recuperar la militancia.
Aquí comienza a fraguarse el relato épico del líder despojado por los poderes oscuros, por la cloaca. Santos tiene el cometido de reunir avales en las primarias que anticipa el PSOE a 2017. Supera, con mucho, las cifras del propio Sánchez tres años antes: casi 60.000 avales. Arrasa en las primarias a un aparato que no supo leer el calado del movimiento de Sánchez, paralelo al partido, apoyado en la militancia y con la bandera de la coherencia socialista –recuerden el no es no y el sí es sí– que gusta al afiliado. Sánchez cuenta con Cerdán para Ferraz una vez vuelve a la secretaría general. Santos cambia Navarra por Madrid.
2019-2020-2021-2022: el artífice del 'milagro' del PSN
El ciclo electoral de 2019 le pilla muy asentado en Madrid. Trabaja en Ferraz y en la práctica es el jefe del partido. Sí, Ábalos figura como secretario de Organización. Pero sus actividades en el ministerio le absorben casi todo el tiempo. Ese año obtiene acta de diputado por primera vez, hasta que hoy la entregue en el registro del Congreso. En verano protagoniza, quizá, su mayor acto al PSN: convence a Sánchez y al resto de la dirección del PSOE de que el PSN debe intentar un gobierno con Geroa Bai, Podemos e I-E en Navarra que necesita la abstención de EH Bildu. Convence a todo el mundo a base de pedagogía.
Koldo tildó de "amargados" a Cerdán y su socio por estar "de fiesta en fiesta gastándose la pasta": "Qué asco"
Tras la pandemia, sobrevive a las remodelaciones de Sánchez que se llevan por delante a ministros y asesores. Él permanece en su lugar, y además asciende. En abril de 2021, a punto de ser secretario de Organización, demuestra su fidelidad a Ábalos en una conversación en la que reprocha a Koldo que hay un tipo en Córdoba que le está haciendo mucho daño a José Luis con sus declaraciones. En verano, Ábalos da un paso atrás y asume de forma interina la secretaría de Organización, hasta que poco después se hace oficial en un congreso celebrado en Valencia. Las tensiones con Adriana Lastra –otra de las del Peugeot– motivan que Cerdán se plantee, en 2022, dejar la política.
2023-2024-2025: de los focos de Waterloo a la caída
Santos siempre ha sido un político discreto. De segunda línea. De trabajo entre bambalinas. Solo muy al final de su etapa ha salido a los focos. Desde 2019 era diputado en el Congreso, pero apenas registraba actividad. Ni siquiera a partir de 2021, cuando se hace con la secretaría de Organización, aparece más.
El salto definitivo lo da en 2023, después de las últimas generales. Sánchez necesita un negociador con los partidos soberanistas, y el perfil perfecto es el de Santos, que ya había negociado con EH Bildu en Navarra y que conoce bien la diversidad del Estado. Aparece en las portadas de todos los periódicos cuando Sánchez lo convierte en el embajador ante Junts, partido del que consigue arrancar un apoyo que a día de hoy mantiene a Sánchez en La Moncloa.
Sánchez viajó a Suiza, a Waterloo, se reunió con Puigdemont en varias ocasiones. Habló del cumplimiento de la ley de amnistía y consiguió los apoyos necesarios. Eso le dio una proyección pública que jamás hubiera imaginado, y que le agobiaba un poco. Ya era muy complicado caminar por Madrid, decía. La gente le reconocía en calles y aeropuertos. Navarra volvía a ser su refugio. En Pamplona no tenía ningún problema. Probablemente, nunca imaginó acabar su carrera política de esta forma. Hoy entregará su acta en el Congreso.
Más en Política
-
Díaz ve "insuficientes" las explicaciones de Sánchez y no baja la presión al PSOE al exigirle el fin de los aforamientos
-
Anticorrupción archiva la investigación a Vox por financiación irregular
-
Pradales homenajea a Garaikoetxea por haber levantado una Euskadi “en ruinas”
-
Las acusaciones populares del 'caso Koldo' en el Supremo aumentan a medida que la causa gana peso