Araba, el territorio donde existía un mayor suspense en el proceso interno del PNV, ha sellado su suerte este lunes. La diputada foral Jone Berriozabal, según ha podido saber Grupo Noticias, se ha asegurado 36 votos para la próxima Asamblea Territorial, y supera así la mayoría necesaria para convertirse el sábado en la presidenta del ABB del PNV. Por lo tanto, Gorka Urtaran se ha quedado ya sin opciones. Berriozabal ha desbordado la cifra mágica en las votaciones de los batzokis celebradas este lunes, lo que le garantiza los apoderados necesarios para ser proclamada presidenta en la Asamblea Territorial del sábado. Ese día se espera que se convierta en la primera presidenta mujer del Araba Buru Batzar y que tome el testigo de José Antonio Suso, quien ya anunció que no tenía intención de optar a un nuevo mandato. Los batzokis envían a la asamblea un número de apoderados proporcional a su número de alderdikides.
La diputada de igualdad, euskera y gobernanza tiene ya asegurada la victoria en cualquiera de los escenarios aritméticos posibles. En ese sentido, estos días se ha venido informando de que Araba contará con 63 delegados en las votaciones pero, en realidad, podría haber hasta 65, en función de que voten o no todas las organizaciones municipales en la segunda vuelta. En función de esa incógnita, podían ser necesarios más o menos votos. En general, hace falta lograr la mitad más uno de los apoderados para ser proclamado, cifra que Berriozabal alcanza y supera en cualquiera de los casos. La jeltzale venía ya de ganar en esta segunda vuelta en tres de las cuatro organizaciones de la capital, Gasteiz. Urtaran se impuso en una de ellas, lo que supuso un cambio con respecto a la primera vuelta. Sin embargo, Berriozabal también ha conseguido atraerse apoyos en lugares que no le fueron favorables en la primera fase, como es el caso de Berantevilla.
Su compañero en la Diputación, el responsable de las políticas sociales y exalcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, se queda por tanto sin opciones de disputar la presidencia, aunque en su entorno se ha celebrado el respaldo recibido, como sucedió con la carta firmada por el exalcalde Cuerda o la senadora Estefanía Beltrán de Heredia. También ha recibido el impulso de colaboradores de Iñaki Gerenabarrena, que perdió la votación interna en 2012 frente a Xabier Agirre. De todas formas, Urtaran no es un outsider y su candidatura ha representado un reto complejo para Berriozabal, que sin embargo ha ganado ampliamente. En este momento del recuento, Urtaran tiene 21 votos. Por ejemplo, ha ganado en Amurrio, un batzoki potente que eleva tres apoderados a la Asamblea Territorial. Esa victoria la obtuvo ya en primera vuelta y la ha retenido en la segunda.
Aunque el PNV en ningún momento ha querido hablar de sectores críticos y el propio Urtaran matizó que no iba contra nadie, ha sido pasto del morbo mediático que presentara su candidatura tras no repetir como aspirante a la alcaldía, de manera que su candidatura al ABB se interpretó en algunos ámbitos como una especie de revancha. Con el triunfo de Berriozabal, se evita una lectura delicada en ese sentido.
La trayectoria
Berriozabal (1982) es licenciada en Derecho, fue parlamentaria, le tocó coordinar la ponencia del nuevo estatus de autogobierno en la Cámara, ha desempeñado cargos en el Gobierno vasco (fue viceconsejera de relaciones institucionales) y, ahora, se encarga de las políticas de igualdad, euskera y gobernanza en la Diputación alavesa, aunque tendrá que ser relevada en el ente foral en cuanto sea proclamada presidenta del ABB porque los cargos internos y de gobierno son incompatibles en el PNV. Como presidenta, también pasará a formar parte del Euzkadi Buru Batzar que se formará en marzo.
De esta forma, el escenario queda prácticamente despejado en Hegoalde. Maria Eugenia Arrizabalaga ha sido la única candidata que ha pasado a segunda vuelta en Gipuzkoa tras las renuncias de Goia y Lasa, Unai Hualde ha sido el único candidato votado en Nafarroa, e Iñigo Ansola se está imponiendo con claridad frente a los respaldos más testimoniales de David Salinas-Armendariz en Bizkaia.