El director de Gogora, el Instituto vasco de la Memoria, Convivencia y Derechos Humanos, Alberto Alonso, ha considerado que "queda mucho por hacer" en temas de memoria ante los intentos de "utilizar el pasado, manipularlo e incluso negarlo" por "intereses políticos". Asimismo, ha advertido de que "una sociedad madura no puede permitirse seguir con relatos basados en héroes y villanos".

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Alonso ha dicho ver "con verdadera preocupación" la utilización "torticera" que se ha hecho de la memoria y el uso de las víctimas con motivo de la reforma que permitirá conmutar penas cumplidas en otros países de la UE, lo que, a su entender, pone de manifiesto que "queda mucho, mucho por hacer".

"Gogora tiene un trabajo fundamental todavía en temas de memoria reciente, porque vemos que, por intereses políticos, hay quienes quieren utilizar el pasado, manipularlo o incluso negarlo cuando dicen que ETA sigue viva", ha señalado su director.

El nuevo responsable de Gogora ha afirmado que el Instituto de Memoria, Convivencia y Derechos Humanos va a "seguir siendo lo que tiene que ser" y tiene que "ocupar su espacio en la sociedad", de manera que "tiene que ser un elemento capaz de impulsar constantemente el debate en la ciudadanía".

En esta línea, ha señalado como "pilares fundamentales" del trabajo de Gogora, por un lado, el plan de investigación --porque "es necesario crear conocimiento con criterio"-- y, por otro lado, la divulgación para que llegue a la ciudadanía a través de diferentes eventos.

Colaborar con el Memorial de Víctimas del Terrorismo

También ha apostado por colaborar con el Memorial de Víctimas del Terrorismo "en el contexto de absoluta normalidad en cuanto a la relación con otras instituciones". En este marco, ha explicado que se está empezando a trabajar para poder traer a Bilbao a comienzos de 2025 la exposición del Memorial sobre el atentado de la cafetería Rolando y "más a largo plazo" se explorará la posibilidad de colaborar para realizar una investigación sobre los grupos violentos de extrema derecha.   

Sin héroes ni villanos

Por otro lado, ha advertido de que, en temas de memoria, "simplificar demasiado el relato" supone perder "toda la complejidad, esos matices que son tan necesarios".

En palabras de Alberto Alonso, "hemos hecho un relato muy simplificado que posiblemente en un primer momento para realizar una primera digestión puede ser necesario, pero una sociedad madura y una sociedad que se enfrenta a los retos que se está enfrentando en estos tiempos no se puede permitir seguir jugando con relatos basados en héroes y villanos, algo tan simple".

Suelo ético común

En todo caso, ha precisado que, "más allá de que exista diversidad de relatos", tiene que haber "un suelo básico, un mínimo común denominador" en ellos, que es "el respeto a los derechos humanos y el a los valores básicos de la democracia".

"A partir de ahí, cada relato deberá convivir con todos los demás, cada uno desde su perspectiva habrá visto y habrá de alguna forma vivido. La memoria no es la historia, la memoria es una percepción más subjetiva en cada momento. Pero si no se enlazan todos en ese mínimo común denominador, que es la convivencia, que es el respeto a los derechos humanos, los valores democráticos, estaremos realizando algo mal", ha apelado.

En este marco, ha apostado por que "ahora tenemos que ir construyendo sobre la complejidad" ya que la "simplificación" no está "dotando herramientas para ponernos en prevención ante lo que nos viene, los retos que estamos teniendo con la extrema derecha, con los discursos cada día más basados en la violencia o en el señalamiento al diferente como si fuera el enemigo".

Normalizar la presencia de la Guardia Civil

Finalmente, preguntado por la polémica suscitada por la celebración del día de El Pilar por parte de la Guardia Civil en el centro de Vitoria-Gasteiz, ha apostado por "ir normalizando las cuestiones" y no "coger la parte por el todo".

"El cuerpo de la Guardia Civil, asumiendo que ha podido haber casos que han quedado acreditados de torturas o malos tratos, pero desde luego esa es la parte y no es el todo. Y no podemos extender esa cuestión a un cuerpo que también ha servido para luchar y para conseguir que ETA terminara y que podamos vivir hoy en libertad y tranquilamente", ha señalado.