Tras ser investido el jueves en el Parlament como 133º president de la Generalitat, (decimoprimero desde Francesç Macià, en 1931), Salvador Illa tomó este sábado posesión del cargo. El Palau vuelve a manos socialistas después de catorce años de gobiernos independentistas de la extinta CiU, y su heredera Junts, y de ERC, tras ser desalojados del Govern en las elecciones de 2010. En su breve intervención, Illa citó uno a uno a todos los president que le han precedido desde Josep Tarradellas, Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès, y expresó el agradecimiento y reconocimiento a todos ellos. Citó incluso a Puigdemont que en los últimos días ha eclipsado la investidura con su aparición relámpago en Barcelona y su nueva huida a Waterloo.

El líder de los socialistas catalanes juró el cargo en el Salón Sant Jordi en un acto protocolario, pero sobrio, y prometiendo asumir el cargo cumpliendo la Constitución. Illa expresó durante su discurso que su propósito es “gobernar para todo el mundo y unir y servir”. Prometió gobernar desde la pluralidad en el nuevo ciclo que se abre con su designación. “Unir respetando la diversidad y pluralidad del pueblo de Catalunya, huyendo de planteamientos divisivos, demagógicos y populistas”, añadió.

Illa afronta la legislatura con un gobierno en minoría ya que, en el mejor de los casos contará con el respaldo de los Comuns, pero incluso así lejos de la mayoría absoluta fijada en 68 sobre un total de 135 escaños en el Parlament catalán. Los socialistas tienen 42 escaños y los ecosocialistas seis. Su designación ha sido posible gracias al acuerdo de investidura con ERC (20 escaños) que contempla reforzar los pilares del reconocimiento nacional de Catalunya y asegurar la continuidad de políticas públicas que garanticen el impulso del sistema productivo y la mejora de los servicios públicos, así como una financiación singular que avance hacia la «plena soberanía fiscal», que desde Esquerra es denominada como Concierto económico catalán. Este punto establece un nuevo modelo de financiación para Catalunya, en el que sea la Generalitat quien “gestione, capte, liquide e inspeccione todos los impuestos”, al tiempo que aumente “sustancialmente” su capacidad normativa de forma coordinada con el Estado y la Unión Europea. 

Concierto económico

La gestión de los impuestos recaería de principio a fin sobre la Agencia Tributaria de Catalunya (salvo impuestos locales), la cual aportaría posteriormente a las finanzas del Estado el monto correspondiente al coste de los servicios que presta en Catalunya y por la solidaridad con el resto de territorios. 

El nuevo president no hizo ninguna referencia explícita sobre este tema, tan solo un guiño cuando aseguró que “Catalunya es solidaria” y que “la defensa de la lengua, la cultura y la tierra no es nunca ni contra nadie ni para perjudicar a nadie”. Además, emulando su intervención en el debate de investidura, hizo hincapié en la mejora de los servicios públicos y dijo confiar en desplegar políticas públicas que contribuyan a su meta de cohesión social.

Todo ello ante la presencia del hasta ahora president, Pere Aragonès, y el presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, partícipes del acto protocolario, y ante la mirada de los ministros Félix Bolaños, María Jesús Montero, Jordi Hereu, Diana Morant y Ernest Urtasun, así como de los expresident Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Quim Torra. De hecho, Illa se ha dirigido a todos sus antecesores, nombrándolos uno a uno, para agradecerles a todos ellos su “reconocimiento por haber servido a Catalunya desde sus convicciones e ideales (...) con las más nobles intenciones de hacer de Catalunya un país mejor”. Igualmente presenciaron el acto los principales representantes de los grupos parlamentarios y los presidentes socialistas de Nafarroa y Asturias, María Chivite y Adrián Barbón, respectivamente. 

Traspaso de carteras

Illa recibió la medalla Macià de manos de Pere Aragonès, su antecesor, y con quien se vio el viernes en las dependencias de la Generalitat para darle cuenta de las carpetas trabajadas y los “reto de país” pendientes. La ceremonia no tuvo nada que ver con las anteriores tomas de posesión, condicionadas por los vaivenes del procés. y el referéndum del 1-O.

A partir de este lunes se irá conformando el nuevo Govern, del cual ya se conoce algún nombre, como el de Albert Dalmau que será conseller de la Presidència. Además, el nuevo president ya adelantó durante la campaña que la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlon, será consellera de Interior. Igualmente, anunció que restituiría al mayor Josep Lluís Trapero como director general de los Mossos d’Esquadra.