Pedro Sánchez volvió a comparecer ayer ante los medios. Si el martes por la tarde en Palma de Mallorca defendió que el acuerdo suscrito entre su partido con ERC en el que se recoge lo que se ha venido a denominar como el concierto catalán era bueno, ayer hizo incluso una defensa más vehemente del mismo.

En el ambiente que sobrevolaba en la comparecencia del presidente español en La Moncloa era una respuesta, dura, a las críticas lanzadas apenas media hora antes a escasos 75 kilómetros desde el Palacio de Fuensalida, en Toledo, por parte del presidente de Castilla La Mancha, el también socialista Emiliano García-Page, que junto a otro de los barones territoriales del PSOE, Javier Lambán, encabezan la rebelión dentro de las filas socialistas contra el pacto alcanzado entre el PSC y ERC que debe hacer president de la Generalitat a Salvador Illa si la militancia de los republicanos dan su visto bueno. Es más, se puede decir que incluso el presidente español fue hasta agrio con su compañero de partido: “La noticia sería que hiciera una rueda de prensa apoyando al Gobierno de España”. Así, sin medias tintas. Un ataque directo a la yugular de García-Page.

Pues bien, Pedro Sánchez fue vehemente en la defensa del acuerdo y fue incluso un poco más allá y seguro que consiguió que Page montara en cólera. “Con pasión”, como el propio presidente español lo reconoció, considera Sánchez que el acuerdo alcanzado con ERC es un nuevo avance “en el camino hacia el cierre definitivo del conflicto catalán” y que asegura que no atenta contra la igualdad entre territorios. De forma especial resaltó que “un partido independentista como ERC se comprometa por ese acuerdo a la solidaridad interterritorial” y recalcó su importancia como “un paso incuestionable en la federalización del Estado autonómico”.

Traspaso de la Seguridad Social

No obstante, fue menos vehemente al ser cuestionado si todo esto acerca traspasar la gestión de la Seguridad Social al Gobierno vasco. Ahí Sánchez se limitó a recordar –que no es poco– que en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas “se reconoce la capacidad de estas de gestionar los impuesto de su competencia, en el Estatuto catalán, la existencia de una Agencia Tributaria autonómica y en el Estatuto de Gernika se habla también de la transferencia de la Seguridad Social”.

Cuestionado por la posibilidad –real– de que no prosperen algunos cambios legislativos que conlleva, como la reforma de la Ley de Financiación de las ComunidadesAutónomas (LOFCA), Sánchez volvió a hacer gala de su optimismo al sentenciar que solo contempla la negativa del PP y Vox, sobre los que ironizó por sus advertencias sobre los “golpes de Estado” continuos que perpetra su Gobierno. Eso sí, apeló a Junts –que ya ha expresado su rechazo al acuerdo– a que no siga la misma senda, haga una buena lectura del mandato de las urnas y permita que salga adelante. 

Es más, sabedor de que la legislatura puede estar pendiendo de un hilo si Junts se niega a apoyar los presupuestos, Sánchez solicitó expresamente a la formación de Puigdemont a que apoye las Cuentas que se deberán presentar después del verano y ante los que la formación catalana ya ha dado un aviso tumbando en el Congreso los objetivos de estabilidad. En la mente de Sánchez está contar con nuevos presupuestos –tuvo que renunciar a los de este año por la convocatoria de elecciones en Catalunya– para allanar el camino para que la legislatura dure lo que le corresponde. Es más, afirmó que ni este, ni el de 2025 ni el de 2026 serán el “verano azul” que el PP pronostica.

Acuerdo en pensiones

Para eso sacó pecho de la buena marcha de la economía y anunció una acuerdo con los agentes sociales –sindicatos y patronal– para pactar un nuevo marco regulador para compatibilizar trabajo y pensión. Es más, en los próximos años Sánchez prometió seguir trabajando y cosechando los buenos resultados que cree que ha conseguido para la mayoría social. “No hemos parado”, afirmó en un balance en el que, además de por la gestión en Catalunya, sacó pecho por los resultados económicos, la paz social lograda, los avances en la lucha contra el cambio climático y el peso internacional que considera que ha ganado el Estado.

Frente a ese “Gobierno que gobierna”, Sánchez dibujó una oposición “que fabula, unos agonías” para la que vaticinó que van a seguir llegando malos tiempos. “Al menos, tres años más”, aseguró. Veremos.