Tras tejer una red de aliados, el lehendakari ha tocado finalmente la puerta del Estado francés, el origen de la polémica por los retrasos en las conexiones de alta velocidad que afectan a toda la cornisa cantábrica y al arco atlántico, y que Urkullu ve como una amenaza para su progreso económico y social. Tras un mes de intensa actividad movilizando a los territorios afectados por el informe del Elíseo, que retrasa hasta 2042 el tramo Burdeos-Dax y ni siquiera pone fecha a la conexión en frontera con Hendaia, Iñigo Urkullu ha entrado en la segunda fase de la dinámica: con esos respaldos, ha viajado a Madrid para reunirse con el embajador de Francia, Jean-Michel Casa. Le ha trasladado este miércoles en persona sus preocupaciones y reivindicaciones, y su deseo de que se cumpla el plazo de 2030 recomendado por la propia Unión Europea, así como la creación de una macrorregión atlántica para agrupar a los territorios de la zona. Esta intensa agenda la ha completado la reunión también este miércoles y en Madrid, con João Mira-Gomes, el embajador de Portugal, afectado por las demoras. Las dos reuniones, en las respectivas embajadas, las solicitó el lehendakari.

Urkullu ha conseguido, por lo pronto, abrir un canal de diálogo con Francia, ya que el embajador se ha comprometido a facilitar un encuentro del lehendakari con el ministro de Transportes, Clément Beaune, para que pueda trasladarle a él de manera directa sus demandas. Tampoco se opone a crear una macrorregión y "no ve dificultades", siempre y cuando lo proponga el presidente español, Pedro Sánchez, en su mandato europeo de turno, según le ha trasladado el diplomático galo a Urkullu. Sánchez, en principio, podría ser receptivo a esta demanda.

Mucho más claro y concluyente ha sido el embajador portugués, que ha ofrecido el respaldo del gabinete de António Costa a esta reivindicación. Está "dispuesto a apoyar" la macrorregión, según Lehendakaritza. Urkullu había pedido expresamente "apoyo" para impulsar esa macrorregión que afecta a varios territorios de los estados español, francés, irlandés, portugués y a Reino Unido. Tal y como ha explicado Lehendakaritza, Urkullu se ha referido a este proyecto como una plataforma "fundamental" para reequilibrar fuerzas ante el desplazamiento del eje de influencia hacia el este de Europa.

Interlocución con Francia

El lehendakari está asumiendo el liderazgo como presidente de la Comisión Arco Atlántico y de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Ha recabado el respaldo de Galicia, Asturias, Cantabria, Nafarroa y Nueva Aquitania en cuanto a las conexiones, y también de Gales y de todos estos territorios para crear una macrorregión, dentro de una preocupación más global por el riesgo de perder influencia en Europa ante el desplazamiento del eje hacia el este.

Desde que arrancó este lobby en marzo, esta ha sido la primera vez en que el lehendakari ha tenido ocasión de informar al respecto en persona a Francia. Ya antes, había escrito una carta al presidente Emmanuel Macron con motivo de su cumbre bilateral con Pedro Sánchez, en enero, y el mandatario francés le respondió el 6 de marzo con un acuse de recibo de cortesía donde ofrecía su "plena movilización" para facilitar las relaciones fronterizas y tomaba "nota" de su disponibilidad para hablar, pero sin concretar en ningún momento de plazos sobre el TAV. Los incumplimientos de Francia y el cierre de los pasos fronterizos incluso han provocado ciertos momentos de tensión y malestar del lehendakari, quien llegó a denunciar en el Parlamento Vasco que los compromisos adquiridos con Bruselas no pueden quedar al albur de los "caprichos" de un Estado miembro. Esta es la primera acción concreta de presión del lobby a los estados, al margen de las cartas del lehendakari.

En la reunión, tal y como ha informado Lehendakaritza, Urkullu ha trasladado el interés y compromiso de los territorios atlánticos de los estados portugués, español y francés, así como de Gales y Noroeste de Irlanda para que las interconexiones avancen, y ha pedido respaldo para la macrorregión y para agilizar los proyectos. Los encuentros se han prolongado por más de una hora cada uno de ellos, y el lehendakari ha aprovechado para pedir a Francia que acelere los proyectos vinculados al hidrógeno, y las conexiones energéticas y ferroviarias cumpliendo el marco europeo.

Francia, el trazado y el turismo de masas

Los territorios afectados atribuyen estas demoras al proteccionismo económico de Francia, preocupada por la competencia que le puede surgir en materia energética a su modelo de centrales nucleares, que se extiende a la producción de hidrógeno nuclear. A todo ello se le suma su cerrazón en materia migratoria. Pero voces del ámbito francés aseguran que construir la línea de alta velocidad no es un camino de rosas, que se han enfrentado al rechazo de algunas autoridades locales al trazado concreto de la línea y que también hay movimientos contrarios al turismo de masas.

Pero el corredor atlántico es estratégico para Europa, de ahí que el lehendakari haya pedido una reunión con la comisaria de Transportes, Adina Valean, a la que acudirá acompañado por el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset. La conexión atlántica forma parte del reglamento europeo de redes de máxima importancia TEN-T, que cifra en nueve los corredores prioritarios, Core Network, y pone de plazo el año 2030 para culminarlos. En el Estado español figuran dos, el atlántico y el mediterráneo.

En paralelo a la reivindicación de la alta velocidad, los territorios del atlántico quieren constituirse en macrorregión para tener un mayor altavoz, una demanda que esperan que encauce el presidente español, Pedro Sánchez, cuando asuma la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea el 1 de julio y durante un semestre.

Estos encuentros añaden presión para cumplir los plazos europeos con la alta velocidad. Ha estado presente también la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza. El PNV ha pedido igualmente a Sánchez en el Congreso de los Diputados que haga cumplir a Francia los compromisos adquiridos en la cumbre bilateral de enero en Barcelona que, según celebró entonces el Gobierno español, incluyen la fecha de 2030 para la alta velocidad. Urkullu ha decidido mover ficha sin fiarlo todo a Madrid con esta dinámica de reuniones.

Marian Elorza, Iñigo Urkullu y el embajador de Portugal, Joao Mira-Gomes JON RODRIGUEZ BILBAO/Irekia

"No podemos permitirnos perder peso en Europa"

Con el embajador de Portugal, han apostado por trabajar para que la península ibérica y Europa estén conectadas. "El lehendakari ha manifestado a los embajadores que las regiones del Arco Atlántico no debemos permitirnos perder peso en Europa y que estos proyectos que estamos defendiendo son esenciales para el futuro de nuestras naciones, regiones y comunidades", zanjan desde Lehendakaritza.

Urkullu ha explicado que, además de este lobby, trabaja en un grupo con los principales agentes económicos y sociales en Euskadi, como las cámaras de comercio, sindicatos, patronales, universidades, expertos y otras entidades sociales, académicas y culturales. La idea es incorporar entidades del resto de los territorios atlánticos.

La macrorregión

Convertir a los territorios de la Comisión Arco Atlántico en macrorregión supondría ampliar su margen de colaboración más allá de lo marítimo y portuario, participar en conferencias internacionales, tener un marco político más institucionalizado, optimizar los Presupuestos y extender sus lazos de amistad a territorios ultraperiféricos. La macrorregión agruparía a 60 millones de personas, el 12% de la población europea. Es Sánchez quien tiene que elevar una propuesta durante su presidencia europea.

En el reciente encuentro del lehendakari con el primer ministro galés, Mark Drakeford, ambos líderes miraron con optimismo hacia la Asamblea General del Arco Atlántico en Cardiff de los días 23 y 24 de mayo, con la expectativa de consensuar allí un texto que se pueda enviar al presidente español.