PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU han cerrado filas este martes para denunciar el ascenso del guardia civil Arturo Espejo Valero, aprobado por los ministerios de Defensa e Interior a pesar de que fue uno de los custodios del joven Mikel Zabalza durante la detención en Intxaurrondo que le costó la vida en 1985. En una comparecencia conjunta en el Parlamento Vasco, denunciaron también la “humillación” que supone para las víctimas de violencia ilegítima de las fuerzas de seguridad que se produzcan este tipo de ascensos. El Gobierno vasco ya reconoció a Mikel Zabalza como víctima y el informe de los expertos de la comisión de valoración consideró inverosímil la versión oficial propagada todavía hasta el día de hoy, según la cual el joven murió ahogado en el río Bidasoa en un intento de huir de la Guardia Civil. Se apunta, por el contrario, que existen indicios de que su muerte se debió a las torturas.

Estos tres partidos han recogido el guante de Egiari Zor, que había pedido un pronunciamiento institucional de denuncia. PNV, Bildu y Podemos-IU han respondido con la lectura de una declaración (cada uno, un párrafo) que no fue secundada por el PSE. Los socialistas vascos, sin llegar a desmarcarse de la dirección del PSOE, sí quisieron hacer constar su “respeto y solidaridad” hacia la familia. Podemos sí se ha sumado al texto pese a formar parte del Gobierno español.

En el texto, leído por Iñigo Iturrate, Julen Arzuaga y Gustavo Angulo, denuncian el ascenso a teniente general y jefe del mando de apoyo de la Guardia Civil de Espejo, “por su vinculación con el caso Zabalza”, reconocido como víctima de torturas frente a la versión inverosímil del Gobierno español. Denuncian un “caso más” de ascensos a “perpetradores de violencia de Estado”, que “humilla, insulta y revictimiza” a sus víctimas, a las que trasladan su apoyo en su derecho al reconocimiento.