Pedro Sánchez ha ofrecido este jueves en China a España como un socio "fiable" para ser destino de inversiones y para colaborar de forma multilateral en la resolución de conflictos y la búsqueda de la paz.

La defensa de esas dos vertientes, la política y la económica, como argumento para confiar en España fueron el hilo argumental de la intervención de Sánchez en el acto inaugural del Foro Económico de Boao.

Un foro que acoge la isla china de Hainan, que es considerado el Davos asiático y que fue la primera actividad de la agenda de Sánchez en su visita a China durante la que se entrevistará en Pekín con el presidente, Xi Jinping; el primer ministro, Li Qiang; y el presidente de la Asamblea Popular china, Zhao Leji.

La guerra en Ucrania estará en el centro de su encuentro con Xi, máxime siendo el primer líder europeo que se verá con él después de que el presidente chino se reuniera en Moscú con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y a la espera de un posible contacto con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pero en su discurso en el foro económico quiso ya dejar patente su posición al calificar de "brutal e ilegal" la agresión de Rusia contra Ucrania.

Anhelo de paz

Recordó que en una semana habrá coincidido con cuarenta líderes mundiales al haber participado en sendas cumbres de la Unión Europea y de los países iberoamericanos y haber viajado a China para entrevistarse con Xi.

Y en todos esos foros dijo que ha escuchado el mismo anhelo de paz, estabilidad y prosperidad y que nadie quiere fragmentación económica o guerra.

Para Sánchez, en el contexto de la guerra y de sus consecuencias se necesitan actores responsables y constructivos. "Y eso es lo que España quiere ser, un país fiable y abierto y un activo miembro de todas las grandes organizaciones multilaterales", añadió.

A su juicio, es necesario reconstruir la confianza mediante el diálogo, la solidaridad y la cooperación, y por ello dijo acoger con satisfacción la intensificación de los contactos diplomáticos de las autoridades chinas con líderes de todo el mundo porque refleja un alto grado de responsabilidad y España quiere contribuir a esos esfuerzos.

A caballo entre el aspecto político y económico, recordó que España asumirá la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de este año y subrayó que Europa y China deben competir en algunas áreas y cooperar en otras.

Pero aseguró que la UE seguirá defendiendo sus valores y principios con una perspectiva independiente y no renunciará a ellos.

Sánchez, que defendió el comercio libre, equilibrado y justo, rechazó las tendencias proteccionistas y aludió a la cooperación empresarial al recordar que hay recientes inversiones de grandes grupos constructores chinos en empresas de ingeniería españolas que están creando oportunidades para el desarrollo de proyectos conjuntos en América Latina y animó a seguir profundizando en ello "respetando la soberanía de cada país y respetando las normas.

Abrir Oriente

Eso explicó que implica proporcionar un marco regulador estable que permita a las empresas nacionales y extranjeras competir en igualdad de condiciones. "Significa abrir Oriente para que Occidente no tenga que cerrarse en sí mismo", añadió antes de señalar que las relaciones entre Europa y China no tienen por qué ser de confrontación, sino que hay un amplio margen para la cooperación en la que todos ganen.

Tres ámbitos citó en esa colaboración: reforzar el multilateralismo porque "ningún problema puede resolverse unilateralmente", acelerar la lucha contra el cambio climático y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.

Se detuvo en las relaciones entre España y China para señalar que mucho han cambiado desde que se establecieron hace cincuenta años y explicar que el comercio bilateral se duplicó entre 2017 y 2022 hasta llegar a los 57.700 millones de euros.

Destacó asimismo que China es el primer proveedor de España y el mayor mercado de Asia para las empresas españolas y que aumenta significativamente el número de ciudadanos y empresas chinos que visitan o trabajan en España.

Razones para invertir

"Esto sucede porque hoy en día España es uno de los mejores lugares de Europa para invertir y hacer negocios", resaltó Sánchez, que consideró que el país tiene una posición geopolítca ideal en la intersección de tres continentes, un sólido sector privado, infraestructura digital de primera, mano de obra altamente cualificada, energía limpia y asequible, estabilidad institucional y seguridad jurídica.

Aprovechó para exhibir el crecimiento económico del Estado por encima de la media de la eurozona, la inflación más baja de la UE y máximos históricos de inversión extranjera.

"Los inversores mundiales apuestan por España (...) Hoy más que nunca -apostilló- la economía mundial necesita socios fiables en los que confiar y España es y será uno de ellos".

En los márgenes del foro, Sánchez se reunirá con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la búlgara Kristalina Georgieva, y con representantes de Mitsubishi y Astrazeneca ante la posibilidad de que puedan desarrollar nuevas inversiones en España.

Será después cuando se desplazará a Pekín para entrevistarse el viernes con las principales autoridades chinas.