El Gobierno vasco ha querido bajar la temperatura del debate que se ha generado sobre la propuesta de la vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia. La consejera de Trabajo y Empleo ha planteado que el Día de la Mujer, el 8 de marzo, sea festivo el año que viene, una propuesta que Emakunde le ha recriminado que lance a la plaza pública sin someterla a un contraste previo con los agentes implicados. En este caso, la consejería de Igualdad la ocupa el PNV, con Nerea Melgosa, pero el anuncio lo ha realizado la socialista. Ni la consejería de Igualdad ni el PNV han reaccionado con dramatismo a este anuncio, pero en otros ámbitos se ha generado un debate sobre si Mendia se ha extralimitado, si ha realizado un movimiento preelectoral buscando protagonismo, o si este asunto ha generado alguna fricción entre los socios de gobierno. El portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, ha zanjado este martes cualquier especulación al respecto al defender la “competencia” de la consejera de Trabajo para proponer un festivo en el calendario laboral, y ha negado que se haya precipitado o se haya saltado el procedimiento. Aclaró que el siguiente paso será la apertura de una reflexión con los distintos agentes para conocer si la propuesta cuenta “con el respaldo” suficiente y puede ser trasladada a un decreto. Un procedimiento que Mendia tampoco planteó que hubiera que esquivar.

La clave de este entuerto parece radicar en las sensibilidades que se han herido por el camino. Este debate se entremezcla con el maltrecho estado de las relaciones entre los socialistas y Unidas Podemos en el Estado a cuenta de la reforma de la Ley del solo sí es sí, lo que hace que el ambiente esté muy caldeado y las partes se sientan especialmente susceptibles. La secuencia de los acontecimientos tampoco ayuda. Se da la circunstancia de que Elkarrekin Podemos-IU había registrado a finales de enero una propuesta en el Parlamento para que el Gobierno vasco instaure una festividad feminista temporal en 2024 y solicite un estudio a Emakunde sobre posibles fechas a largo plazo, con el objetivo de reducir el carácter religioso del calendario actual. Se debate el jueves. La propuesta de Mendia, hecha pública después, la semana pasada, puede eclipsar la iniciativa y proyectar que la batuta la lleva su consejería. 

La proximidad de las elecciones municipales y forales del 28 de mayo enciende aún más los ánimos. Elkarrekin Podemos-IU ha recibido con enfado este movimiento y el hecho de no haber sido consultado pese a ser el grupo proponente, y se ha opuesto a una festividad “por decreto” sin consensuarla con Emakunde o que, incluso, puede restar carácter reivindicativo a la jornada porque, si es festiva, desactiva una posible huelga. Por otro lado, que Emakunde dijera que ha faltado diálogo parece sugerir que tampoco la consejería de Igualdad estaba puntualmente informada, aunque este departamento mantiene la discreción. Todo este dibujo da como resultado que este grupo (junto al PP, por razones diferentes) ha sido el más crítico con Mendia.

El hueco del calendario

Este debate estalla en puertas del 8-M, el miércoles de la semana que viene. La reflexión sobre los festivos (en este caso, ya para 2024 y no este año) resurge todos los años porque Euskadi carece de una jornada de conmemoración de la autonomía. El Gobierno de Patxi López intentó instalar como Día de Euskadi el 25 de octubre, la fecha de la aprobación del Estatuto de Gernika, pero la ausencia de consenso hizo languidecer esta celebración, que no se ha repetido con gobiernos posteriores. Otros años se ha optado por el 7 de octubre, por el aniversario del primer Gobierno de Euzkadi, el de José Antonio Aguirre, o por el 6 de septiembre, por el quinto centenario de la vuelta al mundo de Elcano.

En algunos ámbitos se ha interpretado que el PNV no se decanta con claridad por la propuesta de Mendia o que no le convence, pero las fuentes jeltzales consultadas por este periódico no tienen ningún criterio que hacer público porque lo que hacen es poner el foco en que el día “tiene que ser fruto de un consenso, en el que tiene que estar Emakunde y en el que participen los colectivos feministas”. Desde EH Bildu, se remiten al debate parlamentario de este jueves: “No vamos a entrar en un cruce de declaraciones”. Para ese debate, PNV y PSE han pactado una enmienda en la que se insta al Gobierno vasco a “abordar un proceso de reflexión, junto con Emakunde y los agentes sociales, para la designación de efemérides feministas” en 2024. Algunos términos son diferentes, pero en espíritu es similar a la propuesta de Elkarrekin Podemos-IU lo que, sumado a las negociaciones que siguen en pie, invita a pensar en un acuerdo. El texto de EH Bildu también es similar.

El portavoz Bingen Zupiria compareció en la rueda de prensa tras la reunión semanal del Ejecutivo y respondió a las preguntas sobre el 8-M asegurando que el Consejo de Gobierno había dedicado “un momento” a esta cuestión. Zupiria aclaró que todos los consejeros del Gobierno tienen “capacidad de iniciativa para realizar las propuestas oportunas y que correspondan a su ámbito de competencia”. 

A continuación, aseguró que todas las propuestas deben seguir un procedimiento: un proceso de consultas del calendario laboral con los agentes implicados para plasmar después ese calendario en un decreto del Consejo de Gobierno. Antes de ese decreto, por lo tanto, la consejería realizará una propuesta en los órganos que corresponda para conocer la opinión de los agentes. Entonces “sabrá el Gobierno si la propuesta cuenta con el respaldo y el apoyo necesario para que prospere”. ¿Quiere esto decir que Mendia se ha precipitado al lanzar públicamente su propuesta? Zupiria aseguró que él no cree que se haya precipitado, que cualquier otro consejero puede hacer propuestas sobre su ámbito de competencia, y que ahora queda por delante todo el procedimiento para redactar el calendario.

Andueza reta a hacer público el rechazo al 8-M

El Gobierno de Urkullu defiende que Mendia no ha incumplido el procedimiento y le reconoce la competencia. Casi calca las palabras que utilizó hace meses Mendia para reconocer la competencia de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, para realizar ceses en la OSI Donostialdea. Mendia no se ha caracterizado en su etapa por buscar los choques con el PNV (un cuerpo a cuerpo que sí ha buscado el nuevo líder del PSE, Eneko Andueza). Andueza, por su parte, sentenció que el PSE apoya “sin fisuras” a Mendia para que el 8-M sea festivo en Euskadi, y retó a quien no lo comparta a que dé la cara. “No sé qué problema hay en que la persona que lidera ese departamento haga la propuesta. Si alguien está en contra de que el 8 de Marzo sea festivo, que salga y lo diga públicamente”, zanjó.