- El Ministerio del Interior y las Fuerzas de Seguridad del Estado trataron ayer de establecer un cortafuegos respecto al escándalo del caso Pegasus o Catalangate y negaron haber espiado a dirigentes soberanistas o haber hecho uso del programa espía que es capaz de parasitar teléfonos móviles sin que sus propietarios se percaten de ello.

Después de que The New Yorker desvelara el 18 de abril el espionaje masivo a independentistas catalanes y vascos, que cifró en más de 60, la confesión de la exdirectora del CNI Paz Esteban -fue destituida el 10 de mayo- de que, efectivamente, dichos seguimientos se produjeron bajo autorización judicial y afectaron a 18 personas acabó de incendiar la relación del Gobierno español con sus tradicionales socios. Entre los espiados está el president de la Generalitat, Pere Aragonès.

En la Comisión de Interior del Senado, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, se desmarcó ayer de las palabras de Paz Esteban y aseguró que “ni el Ministerio del Interior, ni la Policía Nacional, ni la Guardia Civil” han usado Pegasus para espiar a cargos independentistas. “Hemos mejorado el sistema SITEL -de escuchas telefónicas- y no tenemos nada que ocultar”, añadió. Recordó además que el asunto está judicializado, por lo que pidió confiar en los jueces y fiscales encargados de la investigación.

A preguntas del senador del PP Fernando Martínez Maíllo, que le interrogó sobre cuál es el organismo del Ministerio que controla la seguridad de las comunicaciones y si actúa en coordinación con el CNI, Rafael Pérez dio una respuesta negativa. “No puedo responder por el CNI”, ya que “no depende del Ministerio del Interior”, aseguró. Insistió en que “hay una investigación abierta y si tengo que participar como secretario de Estado en la misma me prestaré a lo que se me exija”.

Martínez Maíllo no lo vio claro y le preguntó por qué no se ha abierto una investigación sobre el espionaje al móvil del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska -también fueron infectados los terminales de Pedro Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles-. Sobre el cese de la anterior directora del CNI, reprochó al secretario de Estado que “están arrodillados ante sus socios, a los que tienen que espiar, y el mensaje a la nueva directora del CNI es que puede hacer todo lo que quiera menos investigar al independentismo”.

El secretario de Estado de Seguridad compareció a instancias de los representantes de Geroa Bai Koldo Martínez y de ERC Xabier Castellana, y el primero de ellos advirtió de que “seguiremos vigilantes por si otros aparatos del Estado han utilizado Pegasus para espiar a oponentes políticos”. El senador navarro añadió que “quedan al menos 45 personas que han sido objetivo del programa israelí”, y que, como “desde el CNI aseguran que no han sido ellos, no sabemos quién les ha interceptado las comunicaciones y si lo han hecho legalmente o no”. En la Comisión de Interior también compareció ayer el director general de la Policía, Francisco Pardo, que aseguró que la Policía Nacional no usa el programa Pegasus “porque no lo tiene” y que este cuerpo no se dedica a perseguir ideas políticas. “La Policía Nacional es neutral políticamente hablando y trabaja profesionalmente sin interferencias políticas”, insistió.

Después de que el Parlament catalán interpusiera el lunes una denuncia por el espionaje, ayer hicieron lo propio el presidente de ERC en esta institución, Josep Maria Jové, la eurodiputada republicana Diana Riba y el abogado Andreu Van den Eynde. En breve lo harán más dirigentes de ERC como la secretaria general, Marta Rovira. l

lll Debate monográfico. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comparecerá finalmente el jueves 26 de mayo en el Pleno del Congreso para informar de la crisis política motivada por el espionaje con el sistema Pegasus, que ha afectado a políticos independentistas y también a miembros del Ejecutivo. El miércoles no podía acudir porque estará participando en el Foro de Davos. Se trata de una comparecencia que había exigido la oposición y que salió adelante en la Junta de Portavoces la pasada semana al quedarse en minoría los dos partidos que componen el Gobierno, el PSOE y Unidas Podemos. Será además un debate monográfico, como pedían los demás grupos.