- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, participó ayer en la toma de posesión de su sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda, con una apuesta por la “estabilidad institucional” y, al menos sobre el papel, con una defensa de la “Constitución y el Estatuto” de Autonomía. Puso en valor la estabilidad en su sucesión, una “materia prima” que, a su juicio, “escasea en la política española”. “Sin aspavientos, sin tensiones y meditadamente, como lo hacemos los gallegos”, dijo.

En ese sentido, aseguró que “en una España crispada y tensa en la que la seguridad no es el principio básico en las instituciones”, el modelo gallego de “cordialidad democrática” debería “exportarse al conjunto del país”. “Se puede y se debe servir a Galicia cumpliendo la Constitución y el Estatuto”, añadió. Del Parlamento gallego se lleva, según dijo, “la cordialidad política y lingüística, el respeto a las instituciones y el convencimiento de que se puede hacer una política distinta, que el cumplimiento del Estatuto y la Constitución no son negociables”. No aclaró los pactos con la ultraderecha de Vox en otros territorios.

Alfonso Rueda, por su parte, tomó posesión de su cargo y se definió a sí mismo como “un hijo de Galicia” que sucede a Alberto Núñez Feijóo decidido a “ser digno” de su pueblo y con una determinación: la de “preservar” a la autonomía de las “tendencias de ruptura” que se dan en otros territorios, en su opinión, y mantener la “estabilidad” con un gobierno asentado en la “moderación”. “Creo en una comunidad que se mantenga a salvo de la miopía del localismo y la fragmentación, que con el ariete de supuestos agravios carga contra la casa común y que tanto nos ha costado construir”, lanzó, antes de pasarse al castellano para garantizar que Galicia “va a contribuir con lealtad al fortalecimiento de España y del proyecto común europeo”.

Incluso se refirió al rey Felipe VI para defenderlo frente a la consulta popular que tuvo ayer en cientos de municipios del Estado, y lo presentó como el depositario de la continuidad histórica de Galicia, según dijo el sucesor de Feijóo al frente del gobierno autonómico.