El Centro Criptológico Nacional, que está realizando el barrido de los móviles del Gobierno español y ha detectado espionajes como el sufrido por Pedro Sánchez, ha enviado un correo electrónico a los gobiernos autonómicos para poner a su disposición su manual de detección del programa de pirateo Pegasus. Fuentes de la consejería de Gobernanza de Olatz Garamendi, de la que depende el servicio de telecomunicaciones vasco, confirman a este periódico que han recibido la comunicación. “Será una línea más de trabajo para seguir garantizando la seguridad de los dispositivos”, aclaran esas fuentes.
El Ejecutivo de Urkullu, en realidad, ya estaba trabajando con sus propios medios a través del EJIE y había realizado un primer cribado que no detectó la presencia del programa israelí que ha dinamitado la política estatal.
El ministro Bolaños ya adelantó que iba a proporcionar medios a las comunidades autónomas, aunque en el caso vasco el Ejecutivo comenzó a trabajar con sus propios servicios y competencias. Se prestó a realizar interpretaciones de todo tipo, porque el PNV ha insinuado que el espionaje a los soberanistas puede venir del propio Centro Nacional de Inteligencia (el centro criptológico está adscrito a él) o de elementos incontrolados.
De ahí que se pudiera interpretar que el Gobierno vasco recelaba o desconfiaba de los medios del Estado, pero el portavoz Bingen Zupiria no quiso trasladar una sospecha en ese sentido. Como portavoz de un gobierno de coalición PNV-PSE, dijo que “el Gobierno se fía de sus instrumentos, de EJIE, que es la sociedad que desde principios de los ochenta ha sido la encargada de establecer las redes de comunicación”. “Por tanto, es a quien encomendamos nuestra seguridad”, dijo, para añadir que no se había detectado intrusión en el móvil del lehendakari o los consejeros.
UNA VÍA MÁS
Lo que hace ahora el Gobierno vasco es simplemente no desdeñar los manuales de actuación que le proporciona el Estado para los barridos de los teléfonos móviles y los dispositivos informáticos. No se rechaza el programa ofrecido, pero no se suspira por él porque nada hace pensar que, de ahora en adelante, alguien le vaya a introducir el software Pegasus al Gobierno vasco con el nivel de alerta pública que existe al respecto, de manera que no habrá gran necesidad.
A través de EJIE, el Ejecutivo de Urkullu realizó su cribado, aunque lo presentó como algo rutinario y no como una actuación extraordinaria. Tampoco se ha querido alentar la idea de que Urkullu ha podido ser espiado, aunque a nivel de partido, en el PNV, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, sí está seguro de haber sufrido esos pinchazos.
Como institución y como Gobierno de coalición, el gabinete de Urkullu no quiere alentar la hipótesis sin pruebas. Utiliza los mejores sistemas y los últimos del mercado, pero puede ser que Pegasus sea indetectable aun así. Urkullu sí pudo ser escuchado por vía indirecta cuando medió con Puigdemont, que sí figura en la lista de espiados.