l dolor de las víctimas que hoy sangran en Ucrania, y su reflejo en las que también sangraron en Euskadi. El eco de las bombas que hoy sacuden Kiev y el que ayer hizo pedazos Gernika. Derechos históricos, integridad territorial. Aquella votación en la que los vascos del 86 dijeron no a la OTAN. Y la “condena”, aquella dichosa “condena”.

Los grupos presentes en el Parlamento Vasco cayeron ayer presa de los viejos debates. Del matiz de la palabra. De un pasado aún muy presente. Y, como no podía ser de otra manera, el campo se embarró.

“Siento vergüenza. Solo el texto final que hemos aprobado nos salva de un debate que se ha producido en unos términos lamentables”. La reflexión, firmada por el socialista Txarli Prieto, resumía su visión sobre un Pleno que por momentos se volvió bronco, y en el mejor de los casos, nunca dejó de ser crispado, áspero.

EH Bildu quiso empezar propositivo y mostrar su más “firme y claro rechazo” a la actuación de Putin, pero eludió el debate sobre la condena. El PNV afeó su “miedo a utilizar determinadas palabras” y un paso más allá, Vox le acusó de “cinismo” por hablar ahora de impedir que se pisoteen los derechos humanos. La caja de los truenos estaba abierta.

La propuesta presentada por el PP, que salió adelante matizada por PNV y PSE, remaba para casa. Hablaba de que la “integridad territorial” de los Estados no es negociable”. “Es inviolable”, decía su texto. Y en su defensa, Carmelo Barrio acusó a Putin de actuar movido por unos “inexistentes derechos históricos”, en clara alusión al Donbas ucraniano y a sus autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk... o no solo a ellas. El eco era cada vez más cercano.

Prieto aludió también a una sociedad vasca curtida en el “no claudicar” ante la violencia, que por eso sabe también de no arrugarse y “de empatía”.

Y por si la sombra de ETA no fuera suficientemente alargada, también aparecieron las del referéndum sobre la entrada en la OTAN y la de la propia Guerra Civil.

EH Bildu y Podemos recordaron el no a la OTAN de los vascos del 86 y Podemos dijo que apoyarla hoy es ir “contra del derecho a decidir”.

“Si Europa hubiera aprobado enviarnos armas en el 36, otro gallo le hubiera cantado a Euskadi”, dijo Aguirre. Y entre ETA, soberanías, tratados, derechos históricos y el alzamiento franquista, se enmaraño una desapacible mañana de jueves en Gasteiz con Ucrania de fondo.