La posibilidad de que el Gobierno vasco acuerde los Presupuestos con algún partido de la oposición se aleja como un espejismo. Elkarrekin Podemos-IU, el grupo en el que estaban depositadas todas las expectativas, ha anunciado este martes la ruptura de las negociaciones con el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu. Miren Gorrotxategi lo ha justificado en que el Gobierno vasco no quiere poner en marcha una empresa pública de energía, una propuesta de máximos que ahora parece que se va a convertir en su principal bandera política en un contexto de descontento por la subida del precio de la luz.

Su grupo ha confirmado que este mismo viernes registrará una enmienda a la totalidad de los Presupuestos, y también ha lanzado una proposición de ley para crear la empresa pública Energi Berri.

ELKARREKIN PODEMOS-IU VUELVE A LAS LÍNEAS ROJAS

Gorrotxategi ha avisado en rueda de prensa de que esta propuesta es "irrenunciable", lo que supone un cambio de discurso en un grupo que hasta ahora se presentaba sin líneas rojas y apostaba por dejar su impronta en las leyes que se aprueben, para influir en la política vasca desde una posición pragmática. Su enmienda a la totalidad de los Presupuestos se suma a la que registrará PP+C's, y deja como único socio posible de Azpiazu a EH Bildu. Esto no quiere decir que la negociación vaya a prosperar y, de hecho, los recelos mutuos son evidentes. PNV y EH Bildu son rivales directos en las urnas y la legislatura ha estado marcada por su desencuentro. El Gobierno vasco, por su parte, tiene una mayoría absoluta más que suficiente para aprobar el proyecto.

EH BILDU SE ABRE A NEGOCIAR CON RECELOS

En cualquier caso, en esta especie de guerra psicológica para dejar claro ante la opinión pública quién rompe la negociación, la Mesa Política de EH Bildu decidió el lunes evitar la ruptura y enviar una propuesta a Azpiazu, que le hará llegar este miércoles, para "empezar a explorar la posibilidad de empezar a negociar los Presupuestos de 2022". No obstante, ya adelanta que la propuesta del consejero "tiene carencias y es insuficiente, especialmente en el ámbito de los compromisos políticos". "Pero, en el apartado económico, sí existen posibilidades para avanzar", admitió.

El consejero prácticamente abocó a EH Bildu a que siguiera negociando, al asumir en su integridad varias de sus propuestas económicas (30 millones para la atención primaria en Osakidetza y dos millones para ampliar las ayudas de emergencia social ante el precio de la energía, entre otras), y aceptó negociar cuatro de sus seis exigencias políticas. Entre ellas, Azpiazu accedió a negociar el salario mínimo y los precios del alquiler en los mismos términos pactados por EH Bildu en Nafarroa.

El respaldo de la coalición abertzale en la comunidad foral y el acuerdo presupuestario alcanzado también con el Gobierno español este lunes complicaban a EH Bildu dar un portazo a Azpiazu tan solo unas horas después. Hubiera dado bazas al Gobierno vasco para que la culpara de mostrarse más proclive al acuerdo en otras instituciones que en la CAV.

EQUIPO NEGOCIADOR

EH Bildu ha designado ya a un equipo negociador, que estará formado por Maddalen Iriarte, Nerea Kortajarena, Pello Otxandiano y Unai Urruzuno. Elkarrekin Podemos-IU deja así en manos de su principal rival político la negociación de las Cuentas tras haber pactado la Ley Antipandemia y los últimos Presupuestos de la anterior legislatura. Gorrotxategi ha culpado a Azpiazu de romper la negociación porque ha rechazado sus tres ejes principales (empresa pública de energía, incorporar a los 4.000 sanitarios que reforzaron Osakidetza en la pandemia y restar inversión a la escuela concertada que segrega por sexos).