El Gobierno vasco tiene la mayoría absoluta necesaria para aprobar los Presupuestos, y parece cada vez más abocado a recurrir a ella. El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, ha culminado este viernes la segunda ronda de contactos con los partidos de la oposición. En ella ha visto cómo quedaba completamente descartado el acuerdo con PP+C’s. Es una vía muerta y Carlos Iturgaiz prepara ya la enmienda a la totalidad. La vía con Elkarrekin Podemos-IU permanece abierta, al menos de manera temporal y con cierta precariedad, porque se aleja cada vez más de la negociación.

Miren Gorrotxategi reprocha al consejero que no haya entrado en su apuesta por una empresa pública de energía, la absorción de los 4.000 sanitarios que reforzaron Osakidetza en la pandemia, y la retirada de 14 millones a la escuela concertada que segrega por sexos. El Gobierno vasco reconoce que es así, pero Azpiazu la ha tentado con 72 millones de euros y la activación inmediata de otros 90 del fondo de sostenibilidad energética para los ayuntamientos, una oferta idéntica a la planteada a EH Bildu en lo numérico a pesar de que Podemos tenga una presencia parlamentaria muy inferior.

También incluye ahí cesiones extrapresupuestarias para controlar los precios del alquiler. Y, aunque la cantidad de dinero sea la misma que se ofrece a EH Bildu, Azpiazu ha priorizado en la oferta algunas cuestiones que pedía Podemos, como la salud mental y bucodental, o un millón de euros para bonificar las matrículas de 0 a 3 años. Sobre la empresa pública de energía, desde el Gobierno vasco aclaran a este periódico que no implica que el precio de la luz baje y, sobre Osakidetza, se remiten a la OPE que ya preparan.

AZPIAZU GUIÑA A PODEMOS

“Me alegra escuchar que Elkarrekin Podemos no cierra la puerta, ya que considero que el planteamiento que les hemos ofertado cubre sus demandas y las convierte en realidades a implantar en 2022”, ha dicho Azpiazu tras la reunión en Bilbao. Gorrotxategi no lo ve así y cree “difícil” el acuerdo. Considera que se limita a mover partidas de una sección a otra de los Presupuestos, pero sin cambios de fondo.

En la competición que tienen con EH Bildu en la oposición, Gorrotxategi considera que el Gobierno vasco ha levantado y puesto fin a las “líneas rojas” con otros como la coalición abertzale, y que su formación es la verdadera “garantía” de que cambien las cosas. Está por ver si la negociación tendrá continuidad. Las fuentes de Elkarrekin Podemos-IU consultadas por este medio optan por la cautela y se remiten a la decisión que tomarán a partir del lunes.

LA "BROCHA GORDA" Y LA ENMIENDA

En el caso del PP+C’s, se proyectó una imagen de ruptura total que parece ir más allá de los Presupuestos. El grupo de Carlos Iturgaiz, que arremete contra el PNV en todos los plenos de control por su alianza con el socialista Pedro Sánchez en Madrid, se ha situado en la estratosfera de esta negociación al presentar una propuesta de 1.400 millones y una bajada de impuestos. Azpiazu quiso darle al menos el beneficio de la duda y reunirse con el PP por cortesía institucional, pero este grupo no ha dado ni un paso atrás y el consejero no ocultó su monumental malestar.

Cree que su propuesta es “abstracta, generalista, relativamente ideologizada sobre todo en lo fiscal, y que no deja espacio a una contrapropuesta”. El consejero se inclina por no marear la perdiz con más reuniones porque no ve voluntad en PP+C’s. Criticó su “deriva teatral” que emula lo que se vive en Madrid, y afeó su propuesta de “brocha gorda”.

Iturgaiz, por su parte, insinuó que no habrá más reuniones. Ha hecho bandera estos días de la bajada de impuestos que defiende Isabel Díaz Ayuso en Madrid, una propuesta que para el lehendakari es neoliberal y recorta los servicios sociales. Iturgaiz cree que prefiere pactar con la “extrema izquierda” y que la propuesta de su grupo para movilizar mil millones era viable. El consejero le reprochó esta “puesta en escena innecesaria, inoportuna e inapropiada”.

EL PLAZO LÍMITE

A falta de que EH Bildu responda a la oferta de Azpiazu el lunes, la negociación parece tomar un color poco halagüeño. La coalición abertzale ha sido fría con la oferta del consejero aunque, en caso de rechazarla, se enfrenta al reto de justificar las razones cuando esa oferta incluye medidas que ha pactado en Nafarroa y es económicamente superior a las enmiendas que ha arañado en el Estado español con Pedro Sánchez (25 millones del fondo para víctimas del amianto y algunas infraestructuras que rondan cada una el millón de euros). Todo ello, a pesar de que el PSOE sí necesita apoyos por carecer de mayoría absoluta y gestiona un presupuesto 35 veces mayor.

El plazo para registrar las enmiendas, ya sean parciales o a la totalidad, acaba el viernes de la próxima semana. Se votarán el martes 14 de diciembre en un pleno extraordinario.