- El expresidente del PSE Jesús Eguiguren, protagonista del lento deshielo entre la izquierda abertzale y los socialistas que derivó en las conversaciones entre el Gobierno español y ETA en 2005 y 2006, dibujó ayer un balance positivo de los primeros diez años sin ETA. “Creo que el final de ETA ha sido el mejor de los imaginables. Nadie habría pensado que iba a acabar tan bien. Todos pensaban que quedarían residuos, que seguirían atentados y que habría kale borroka”, expresó en una entrevista con Efe.
Sin embargo, las reflexiones de Eguiguren -que participa estos días en el aniversario de Aiete- tienen también una melancolía por las “heridas del alma que no se cerrarán”, en relación a las personas asesinadas que no han podido vivir el final de ETA.
“En la sociedad quedan heridas tremendas, porque el terrorismo acabó pero las víctimas no volvieron. Hay muchísimas víctimas desconocidas, que ya no son lo que eran, que no han tenido un atentado, ni les ha pasado esas cosas, pero lo han pasado muy mal”, reflexionó el exdirigente socialista, que en el plano personal dijo no haber vivido nunca con “miedo”.