- Tras el rifirrafe que se vivió el jueves entre los socios de la Generalitat, Junts y ERC, a cuenta de la mesa de diálogo con el Gobierno español que se reactivará en menos de un mes, las aguas volvieron ayer a su cauce. Al menos en apariencia después de que la consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, de JxCat, defendiera este foro bilateral porque forma parte de los acuerdos de gobernabilidad entre las dos formaciones y la CUP, que contemplan un plazo de dos años de margen para que la mesa de diálogo comience a dar frutos.
En un acto en la Universitat Catalana d’Estiu (UCE) en Prada de Conflent (Francia) junto a rectores universitarios, la consellera comenzó admitiendo que el encuentro entre representantes de la Generalitat y Moncloa, previsto el próximo 13 de septiembre en Barcelona, le genera un “escepticismo total”. Sin embargo, a continuación defendió su fidelidad al acuerdo con la formación republicana. “Me gusta respetar los pactos de legislatura. He visto demasiadas veces cómo no se respetaban y sin el independentismo unido seguro que no avanzaremos”, aseveró Gemma Geis.
Consideró por ello que “la unidad de acción es clave para afrontar cualquier estrategia”. “Ahora bien -advirtió la consellera-, la generosidad en favor de la unidad no puede ir acompañada de la desmovilización o de un Govern que no sea capaz de poner el Gobierno central ante el espejo”.
Aseguró que ve pocas posibilidades de que el Estado español, independientemente del partido que esté en Moncloa, acepte que se vote un referéndum de autodeterminación, y vaticinó que el independentismo “perderá fuerza de negociación” si durante esos dos años no se prepara ante una posible negativa a un referéndum.
Insistió en la tesis de su partido de que la mesa del mes próximo con el Estado no puede ser de negociación autonómica, sino que debe incluir la independencia y no puede desembocar en un nuevo Estatut. Consideró por último que, mientras se celebra ese foro, hay que “fortalecer el país”, por lo que reivindicó el Consell per la República como una herramienta necesaria para lograr ese objetivo.
Las alarmas saltaron el pasado jueves cuando la presidenta del Parlament, Laura Borràs, también de Junts, puso en solfa el plazo acordado para que la mesa logre avances. “Hará falta mucho menos de dos años para ver si la mesa de negociación tiene sentido, porque solo lo tendrá si se trata la amnistía y el derecho de autodeterminación”. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà (ERC), respondió que este plazo aparece “escrito en los acuerdos de gobernabilidad”.